¿Se produce este efecto a nuestro alrededor? Por supuesto que sí. Déjeme ponerle un ejemplo.
El dueño de un restaurante compra en el mercado, entre otras muchas cosas, verduras y pollos. Su objetivo es preparar los alimentos que venderá a quienes acuden a comer en su establecimiento; pero sin proponérselo está creando trabajo también para quienes siembran y cosechan las verduras, y para todos aquellos que intervienen en el proceso de hacer nacer en incubadoras el pollo, engordarlo en las granjas y procesarlo en la planta hasta entregarlo embolsado y frío al supermercado para su venta.
Lo que más me llamó la atención de todo esto del “efecto precesional” es la enorme interdependencia que tenemos unos de otros sin saberlo. Usted y yo dependemos del trabajo de mucha gente para llevar el estilo de vida que llevamos. Dependemos del taxista que nos transporta, del canillita que trajo el diario que usted lee en este momento, del que instaló la torre que nos permite comunicarnos con nuestro celular, etc. etc.
¿Deberíamos estar agradecidos con toda esa gente? Creo que sí, y eso nos hará ver el trabajo de todos con mayor respeto. ¿Qué pasaría si nadie recolectara la basura y si no existiera la tiendita de la esquina?
LO NEGATIVO: Menospreciar el trabajo de los demás.LO POSITIVO: Sentir la ayuda del “efecto precesional” y tener respeto por ello.