26/04/2024
05:20 PM

Presenté Saúl a mi amiga

Pero no hay contracción cuando el artículo forma parte de un nombre propio, por ejemplo: “Se fue a El Progreso” o “Bukele, presidente de El Salvador”.

Cándido Alvarado

Si decimos “Presenté a Jorge a mi esposa” habrá una confusión porque no vamos a saber quién fue la persona presentada. En “Ofrecí ayuda a Juan Carlos” está clarísimo que el objeto directo (persona, animal o cosa sobre quien recae directamente la acción del verbo) es “ayuda” y el objeto indirecto (persona, animal o cosa receptora del provecho o daño de la acción verbal) es “Juan Carlos”. Gramaticalmente se ha dicho que el objeto indirecto (OI) siempre va precedido por “a” y que el objeto directo (OD) solo puede ir encabezado por la preposición “a” cuando se trata de una persona o cosa personificada; sin embargo, no siempre es así. El OD de la oración que sirve como título de este comentario es Saúl, pero va sin la preposición. Si tuviéramos que acatar estrictamente la norma, entonces cometeríamos una anfibología porque no se sabría quién es la persona presentada. En el ejemplo “Presenté a Saúl mi amiga” el OD ha cambiado, ahora es “mi amiga”, Saúl es quien recibe el provecho o daño de la presentación de “mi amiga”. Para emplear esta preposición se toman algunas consideraciones: la animicidad, esto quiere decir que si el OD es un ser inanimado, la partícula “a “ no va, ejemplos: “Limpié mi carro”, “peiné mi cabello”; pero si se trata de un ser animado, entonces es obligatorio es uso de la preposición: “Limpié a mi hijo”, “Peiné a mi perro”, “Aprecio a la Universidad”. Otro aspecto importante es la especificidad. El modo indicativo es específico, presenta la acción como un hecho real; por consiguiente, en las oraciones que implican ideas en este modo, el OD lleva preposición: “Busco a un periodista que conoce de fúbol”. Pero como el modo subjuntivo presenta una acción no específica, una acción solo posible, no real, entonces se prescinde de la preposición: “Busco un periodista que conozca de fútbol. Si el OD es indefinido, “a” es opcional, puede ir o no puede ir, ejemplos: “La directora trajo dos amigos” o “La directora trajo a dos amigos”. Empero, si se trata de un ser definido (o determinado) la preposición tiene carácter obligatorio: “La directora trajo a dos amigos” o “Los Díaz invitaron al amigo”, “Carlos besó a mi novia”. No hay que olvidar que nuestra lengua admite las contracciones “al” con el equivalente de “a el” y “del” igual a “de el” (preposición y artículo): “Nelson invitó al amigo”, “Esa nota es del periodista Reynaldo Yanes”. Pero no hay contracción cuando el artículo forma parte de un nombre propio, por ejemplo: “Se fue a El Progreso” o “Bukele, presidente de El Salvador”.