26/04/2024
04:13 PM

Cangrejo nacional

Efectivamente, en días anteriores vimos asombrados cómo el Poder Legislativo violentó una vez más la Constitución de la República.

Sergio Banegas

Nuevamente, la institución del Estado que debería ser centinela celoso de guardar la Constitución y las leyes ha mostrado su más oscuro rostro con la bochornosa sesión legislativa de la semana anterior.

Las formas y los fondos son partes integrales de un todo, el cual debe cuidarse en toda su esencia para mostrar a las generaciones presentes y futuras la altura y seriedad de la práctica política, que evidentemente no existe en nuestro país.

Uno de los diputados que representa una honrosa excepción en el hemiciclo legislativo lamentó que la inteligencia se fuera de vacaciones en los procesos de diálogo, argumentaciones y debate de ideas que se espera de los muy mal llamados “padres de la patria”.

Efectivamente, en días anteriores vimos asombrados cómo el Poder Legislativo violentó una vez más la Constitución de la República y la Ley de Contratación del Estado cuando aprobó una contratación directa referente a un convenio del Registro Nacional de las Personas con la empresa Oracle para la modernización de la base de datos de dicha entidad por la “módica cantidad” de 200 millones de lempiras, obviando el imperativo legal, que manda realizar una licitación pública de conformidad a la ley.

Lo anterior desencadenó una acalorada protesta en el interior del edificio estatal, el cual enfrentó a los legisladores de la oposición y del oficialismo, hasta el grado bochornoso e inadmisible de irse a los golpes, conductas propias y manifiestas de los Estados fallidos que se alejaron completamente de la legalidad y el derecho.

Las formas y los fondos antes referidos de manera sucinta degradan sobremanera la ya desprestigiada imagen del aciago Congreso, que con sus actuaciones nos lleva como el cangrejo, en retroceso alarmante y en franco debilitamiento de los fundamentos del Estado de derecho.