¡Cuídese!

Mantenerse sano requiere atención al cuerpo, a la mente y al alma. Cuidar de usted en forma total significa también reconocer y respetar su valor innato como creación única de Dios. Para muchos, cuidar el alma es el primer paso hacia una buena salud total. Hay una conexión directa entre lo espiritual y lo físico de nuestro ser. Tener convicciones y valores profundos puede lograr maravillas en casi todos los aspectos del bienestar físico y emocional. La oración puede enriquecer el espíritu y contribuir así a una vida sana y feliz.

Muchos momentos simples de la vida pueden contribuir al bienestar espiritual. Cuando caminamos por el parque o miramos el crepúsculo, recordamos la belleza de la naturaleza, la cual, a su vez, nos recuerda el cuidado bondadoso de Dios, su majestuosidad y su poder. He aquí algunas sugerencias para refrescar su alma:

Acostúmbrese a orar todos los días. Cuente sus bendiciones. Pase tiempo con la naturaleza. Asista a clases de la Biblia o a grupos de oración. Lea y converse sobre ética, moralidad y Dios. Sirva en algún apostolado que ayude al prójimo. Mantenga un diario, concentrado en su vida espiritual. Respete al templo que es su cuerpo.

Su cuerpo le sirve de muchas maneras, es el albergue de su vida en la tierra, cobija su alma y su mente, le da placer y también dolor. Su cuerpo necesita y merece atención. Adopte un estilo de vida que se concentre en la buena salud, basado en la prevención de enfermedades así como los cuidados que sean necesarios.

Los ejercicios físicos son elementales para lograr y mantener un buen estado de salud. Descansar en forma adecuada y relajarse son otros aspectos importantes del cuidado de usted mismo en forma total. Pacientes y médicos reconocen que la risa puede ser el mejor remedio, especialmente cuando se trata de combatir el estrés.