26/04/2024
09:26 PM

Un proyecto plausible

Hasta hace poco hemos afrontado en Honduras con respecto a los animales una sólida tradición de indiferencia.

Los amantes de los animales hemos recibido con gran satisfacción el proyecto anunciado por el presidente de la Fundación Nacional Protectora de Animales (Funapa) para la construcción del hospital veterinario, primer centro de esta naturaleza en el país, que podrá dotar de atención y recuperación a los animales domésticos y silvestres que lo necesiten, como a los abandonados.

El que estará provisto de un equipo tecnológico de última generación, área quirúrgica, farmacia, auditorio, centro de capacitación y conferencias, corrales y otras dependencias, que se construirá en un predio de dos manzanas ubicado en las inmediaciones del bulevar del sur de la capital, donado por un buen samaritano.

Hasta hace poco hemos afrontado en Honduras con respecto a los animales una sólida tradición de indiferencia. Las autoridades del ramo no han combatido con contundencia la caza furtiva de especies en peligro de extinción y han sido los medios, particularmente LA PRENSA, los únicos que en el pasado han denunciado el tráfico ilegal de pericos, guaras, garrobos, iguanas, tucanes, tortugas y monos hacia el exterior, en lo que es una actividad lucrativa, pero vergonzosa, llevados en reducidas jaulas, como si se tratara de una mercadería ordinaria, no de seres vivos, por traficantes inescrupulosos que los someten a condiciones de transporte inadecuadas, muriendo muchas veces en el camino.

El mal trato de los animales o el trato cruel hacia los mismos no son cosas del pasado a pesar de los esfuerzos y de las campañas publicitarias de las asociaciones defensoras de los animales, como la referida anteriormente. Aunque debemos confesar que esta conducta ha ido en disminución, como también el trato cruel e infame contra los seres de cuatro patas y otras especies.

A partir de un condenable hecho sucedido en el año 2015 en El Negrito, departamento de Yoro, en que unos desalmados hicieron explotar a un perro con morteros atados a su cuerpo, la opinión pública en forma indignada exigió en aquel momento la promulgación de una ley para castigar a los responsables de estas aberraciones.

Instrumento legal que fue sancionada por el legislativo en el mismo año y que se conoce como Ley de Protección y Bienestar Animal, el cual establece las normas para la protección de los animales domésticos, silvestres y exóticos en cautividad.

Todo dentro del marco establecido por la Unesco, que a partir de 1978 reconoce sus derechos, y por la Organización de Naciones Unidas que en 1998 estableció el Día Internacional por los Derechos de los Animales, promulgando además la declaración que contiene el principio universal por el “respeto de los seres sensibles”.