09/05/2024
05:57 AM

Corrupción estilo Honduras

San Pedro Sula, Honduras

No sé si será una coincidencia o si las fuerzas de lo desconocido son las que han provocado un misterioso suceso. Resulta que los promotores del escándalo Pandora planchaban “al acusar a los acusados” de un delito que no era delito cuando los pandoros cometieron el delito y provocaron una carcajada Jyutping (agridulce en Mandarín) en la sociedad.

Mientras eso sucedía, una famosa joyería también llamada Pandora, que tiene más de tres mil sucursales a nivel mundial, anunciaba que -debido a las malas ventas- se vería obligada a despedir una buena parte de sus empleados. No sé por qué, pero se me pusieron los pelos de punta. El mercado de joyas está en alza en todas partes; ricos y famosos, corruptos y menos corruptos, todos los que tienen algo de dinero están comprando joyas como locos… ¿por qué entonces Pandora está despidiendo gente?

Es difícil para mí aceptarlo, pero quizá los de la teoría de conspiración tienen razón, a lo mejor una fuerza superior cometió el error de confundir a los pandoros (joyas nacionales) con Pandora (joyería internacional) y mandó un castigo a todos, incluyendo a la inocente cadena de joyerías (que con tantas sucursales le era fácil estar en el lugar equivocado en el momento equivocado).

Como cosa aparte me pregunto por qué las instituciones que acusaron a los implicados en el asunto de los doscientos ochenta y tantos millones, si de verdad quieren parecer serias, por qué utilizan nombres de fantasía para referirse a los casos que manejan.

Como un ejemplo, en el caso que nos ocupa, creo que deberían referirse a él como “El desvío de fondos de la SAG” o algo parecido; bautizar de Pandora no es serio, especialmente si planchan. Planchar, en hondureño: meter las de andar. Pero en eso de las coincidencias y siempre dentro del mismo caso, verdad que es extraño que el apellido del principal acusado suene como a regalo, ya que fue eso lo que hicieron con el dinero del pueblo, se lo dieron regalado a varios políticos. La empresa constructora número uno en corrupción en el mundo hizo negocios en Honduras, país que ostenta una notable posición a nivel mundial en esos asuntos pero, resulta que aquí, de todos los lugares en el planeta, aquí no soltó ni un centavo.

Aquí, donde se saca el dinero del Banco Central en carretillas; aquí, entre todo el mundo, fue donde Odebrecht demostró que cuando se enfrenta a un funcionario incorruptible no tiene nada que hacer y, por una única vez en todos sus años de operación, no soltó ni un dolarito. Es más, cabe la posibilidad que haya ofrecido millones de dólares de un banco creado especialmente para pagar sobornos, pero aquí no le aceptaron el dinero.

Es raro, resulta que en los días del “empujón de Estado” de 2009, una funcionaria que andaba coordinando la famosa Cuarta Urna, dejó tirados en una cama de hotel -creo que en Choluteca- cerca de medio millón de Lempiras, supongo que lo dejó porque era dinero corrupto y con ella nada de eso. ¿Por qué será que mientras en El Salvador y Guatemala todos los últimos presidentes enfrentan juicios o han sido ya condenados por corrupción, nosotros tenemos más fama de corruptos que ellos? “Crea fama y échate a dormir” dice un refrán que se puede aplicar aquí, así como también hay otro que dice: “No por mucho madrugar te sirven el desayuno más temprano”, que no tiene nada que ver y que ni siquiera es un refrán válido, ya que yo lo acabo de inventar.

También me puso los pelos de punta el nuevo vocero de la Maccih (Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras) cuando dio su primera conferencia de prensa, creí que en cualquier momento se quitaría los anteojos y una máscara de látex y quedaría Tom Cruise, ya que lo que tienen por delante es una “Misión Imposible”.