Es importante la salud física, mental, emocional y espiritual y las vitaminas que nuestro cuerpo necesita para producir un balance especial están en nuestra alimentación básica, donde tenemos los macronutrientes y micronutrientes. Entre los macronutrientes podemos mencionar las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, siendo esto lo que nuestro cuerpo necesita en mayores cantidades, y los micronutrientes son las vitaminas y minerales, los que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades, pero no por eso son menos importantes.
La vitamina “D”, su importancia es comúnmente conocida como la vitamina del sol y liposoluble, ya que nuestro cuerpo la produce de forma natural tras la exposición de la luz solar directa, pero la podemos adquirir por tres formas, mediante la exposición solar, la alimentación y mediante la suplementación. Los beneficios son muy favorables, tales como prevenir la osteoporosis, ayuda a combatir las enfermedades cardiovasculares, contribuye al crecimiento y formación normal de los huesos, puede aumentar la densidad ósea en mujeres que lo necesitan, en el mantenimiento de la piel combatiendo la psoriasis y ayuda a prevenir el cáncer; en el caso de cáncer de próstata y cáncer de mama.
Existen síntomas en personas con deficiencia de la vitamina “D”, uno de ellos es la tristeza, obviamente la persona puede estar triste por muchas razones, pero los niveles de serotonina se encuentran bajos en personas que se encuentran menos expuestos al sol, lo cual indica una relación entre estas, el dolor de huesos, ya que la vitamina D actúa principalmente facilitando la absorción del calcio para que el organismo lo utilice expresamente en los huesos y la falta de esto puede debilitarlos y producir dolores en todo el cuerpo.
