25/04/2024
09:56 PM

¿Cómo enfrenta usted los problemas?

Emilio Santamaría

La cajera quedó atónita cuando leyó la nota. “Esto es un asalto. Entrégueme todos los billetes de 10 que tenga”. Un hombre serio, de gruesos lentes oscuros estaba frente a ella. Tomó la bolsa de papel que le entregaba, y puso 980 dólares. En cuanto el asaltante dio la espalda a la cajera, se mostró desconcertado, exclamando: “¡John! ¿Dónde estás?”. Su cómplice había huido acobardado. Quedó paralizado, confundido. Era ciego y John se había llevado el bastón sin el cual no podía dar un solo paso. Fue arrestado de inmediato y llevado a la estación de policía. Allí se soltó en llanto y declaró: “Estoy al borde de un colapso, o robo el banco, o me suicido”.

La nota policíaca del New York Times comentaba que parecía una mala telenovela, pero por desgracia era un hecho de la vida real. Robert Dunbar había quedado ciego 4 años atrás. Recibía una pensión que alguien le robaba y el pobre llevaba tantos días sin comer que había perdido ya la cuenta. No tenía parientes ni amigos y ante esa angustiosa situación decidió robar un banco. Convenció a John, un compañero ocasional, de que le ayudara.

La loca aventura no tenía posibilidad alguna de éxito, pero ante el hambre y el desamparo, tomó una decisión resumida en su declaración a la policía: “O robo el banco o me suicido”. La nota no dice qué pasó después. Sin embargo, quiero llamar su atención en el hecho de que es común encontrar solamente dos alternativas de solución a los problemas. Y esto, como en el caso de Robert, lleva a acciones que no resuelven el problema, lo complican innecesariamente. Los expertos dicen que se deben buscar más alternativas. No deberíamos ver una elección entre blanco y negro porque hay también diferentes tonos de gris. Una amiga pensaba “o me divorcio o me aguanto”. Hasta que aumentó su habilidad para resolver problemas en un curso Dale Carnegie.

El resultado fue una mayor comunicación con su esposo, aclarando lo que le incomodaba, y lo que proponía para resolverlo. No tuvo ni que divorciarse, ni que aguantar. Si de algo puede usted estar seguro, es de que jamás Dios nos dará un problema sin darnos habilidad y fuerza para resolverlo. LO NEGATIVO: Ante los problemas, ver solamente soluciones radicales.

LO POSITIVO: Aprender a ver también las diferentes alternativas de solución.