De acuerdo con el director de la Agencia Europea de Defensa, Jorge Domecq, “Estados Unidos está desarrollando la tercera Estrategia de Compensación, destinada a asegurar su supremacía militar en el futuro, para lo cual invierte unos 70,000 millones de dólares anuales en Investigación y Desarrollo”.
Señala: “Todos los países europeos juntos gastan unos 3,000 millones de dólares. La última vez que los estadounidenses dieron un salto tecnológico como este fue en la década de los 70 del siglo pasado, Europa tardó 20 años en alcanzarlos”.
La primera Estrategia de Compensación se gestó en la década de los años 50, en un contexto político-estratégico presidido por el interés de los aliados europeos en la reconstrucción económica y la superioridad militar convencional de la Unión Soviética en Europa Central.
En palabras del exsecretario de Defensa estadounidense William Perry, “a mediados de los años 70, Estados Unidos y la Otan enfrentaban a una Unión Soviética que tenía paridad en el plano nuclear y una ventaja de tres a uno en el convencional”. Esa situación ponía en peligro el equilibrio estratégico y geopolítico en Europa, como respuesta tomó fuerza la noción de una segunda Estrategia de Compensación por parte de los Estados Unidos.
Durante más de una década, el Departamento de Defensa de Estados Unidos, las principales empresas de armamento y algunos de los “tanques de pensamiento” de seguridad estadounidenses han estado desarrollando nuevos conceptos operacionales, capacidades y tecnologías.
Con el fin de combatir los desafíos operacionales, tecnológicos, políticos y económicos, Estados Unidos ha impulsado la tercera Estrategia de Compensación o Estrategia offset.
Máster en Relaciones Internacionales y en Estudios Asiáticos
Señala: “Todos los países europeos juntos gastan unos 3,000 millones de dólares. La última vez que los estadounidenses dieron un salto tecnológico como este fue en la década de los 70 del siglo pasado, Europa tardó 20 años en alcanzarlos”.
La primera Estrategia de Compensación se gestó en la década de los años 50, en un contexto político-estratégico presidido por el interés de los aliados europeos en la reconstrucción económica y la superioridad militar convencional de la Unión Soviética en Europa Central.
En palabras del exsecretario de Defensa estadounidense William Perry, “a mediados de los años 70, Estados Unidos y la Otan enfrentaban a una Unión Soviética que tenía paridad en el plano nuclear y una ventaja de tres a uno en el convencional”. Esa situación ponía en peligro el equilibrio estratégico y geopolítico en Europa, como respuesta tomó fuerza la noción de una segunda Estrategia de Compensación por parte de los Estados Unidos.
Durante más de una década, el Departamento de Defensa de Estados Unidos, las principales empresas de armamento y algunos de los “tanques de pensamiento” de seguridad estadounidenses han estado desarrollando nuevos conceptos operacionales, capacidades y tecnologías.
Con el fin de combatir los desafíos operacionales, tecnológicos, políticos y económicos, Estados Unidos ha impulsado la tercera Estrategia de Compensación o Estrategia offset.
Máster en Relaciones Internacionales y en Estudios Asiáticos
