26/04/2024
07:44 PM

San Pedro Sula y el cemento como factor electoral

“Lo que la población electoral no olvida es lo que le entra en forma de mejoramiento del ingreso a sus bolsillos”.

Juan Ramón Martínez

Igual que ha ocurrido en Tegucigalpa, la Municipalidad ha dado prioridad a facilitar la circulación de los automóviles, antes que atender las necesidades humanas más urgentes: seguridad ciudadana, atracción de inversiones, creación de estímulos para favorecer el aumento de los ocupados, el incremento de los ingresos familiares y el bienestar en general de las familias mediante la reducción de la pobreza.

Por supuesto, entendemos esta opción a favor del cemento, antes que la atención de los problemas de la seguridad y el empleo. Hay quienes creen que la gente vota por lo que ve. Y lo más visible e inamovible es la obra de cemento que, según creen los optimistas, impulsarán a los votantes a apoyar electoralmente a las actuales autoridades. Sin embargo, la experiencia demuestra que el elector tiene dos problemas: Olvida con facilidad lo que le da en términos de apoyo directo, donaciones y subsidios y que, termina por acostumbrarse a lo que mira en forma diaria y constante.

Aparentemente, lo que la población electoral no olvida es lo que le entra en forma de mejoramiento del ingreso a sus bolsillos. La base de Libre está integrada por los “memoriosos” que no olvidan que Zelaya es el gobernante que más le ha subido al salario mínimo. Aunque se les explique el daño a la economía nacional y que vía inflación le redujo lo recibido, sigue convencido con evidente nostalgia que Zelaya se preocupó por su mísera condición, con un ingreso que aligeró sus penas y sus dificultades.

Por supuesto no quiero darle lecciones a Calidonio. Apenas quiero llamarle la atención sobre algunas cosas que le permitan reflexionar y colocar un poco de crítica, sobre el énfasis que pone en el cemento como arma política. Y sin pretender llegar a conclusión alguna, solo quiero recordarle algunas cosas. La primera de ellas es que el electorado de la capital y el de la mayor ciudad de la Costa Norte, son diferentes.

Los nacionalistas de Tegucigalpa son más dependientes del partido, del gobierno y del alcalde municipal. En San Pedro Sula el electorado es más libre. Los últimos resultados, si los volvemos a revisar, confirman que el candidato a alcalde por el PAC estuvo a punto de quitarle el honor de dirigir a la ciudad a Calidonio. De forma que, el comportamiento del sampedrano es diferente al capitalino. Tito Asfura tiene controlada la capital, al grado que no necesita hacer campaña para repetir el resultado de hace casi cuatro años.

En cambio, San Pedro Sula tendrá que enfrentar a un electorado liberal que se ha visto renovado por el entusiasmo de Luis Zelaya que, encabezado por Marlon Lara, presentará como antecedente la modernización de Puerto Cortés, centrada en los beneficios de la población y, además, tiene que enfrentar la decisión –ahora sin verificación exacta– de los electores que por primera vez, ejercerán el voto. Este joven elector, absolutamente desconocido por los políticos más tradicionales, tiene gran capacidad para movilizarse en una conducta tribal –amparada tecnológicamente en las redes sociales, cuyo número siquiera no me atrevo a insinuar – y por el rechazo que los viejos lideres despiertan ante sus juicios críticos.

Es decir que estos jóvenes pueden ser atraídos otra vez por Salvador Nasralla, especialmente si consigue un candidato tan bueno como el de las elecciones pasadas. Y si, además, logra que este sea más joven y más conocido por ellos. No hay que creer que Nasralla está terminado. Sus debilidades son obvias en Tegucigalpa. En San Pedro Sula puede dar sorpresas. O incorporando sus candidatos como factores de alteración de las proporciones para determinar los resultados finales. Es decir que tres candidatos fuertes, representados por PAC, Partido Liberal y Partido Nacional, reducirán mucho el número de votos para ganar las elecciones.

Calidonio todavía tiene tiempo para evaluar el valor del cemento como fuerza electoral y acercarse al voto joven que, aparentemente, será el que determinará los resultados. Puede hacerlo porque él mismo, como joven miembro de la generación gubernamental, de repente entiende como JOH a los jóvenes y los moviliza a su alrededor.

*Historiador y analista político