26/04/2024
02:03 PM

El hecho no te da derecho

  • 09 marzo 2016 /

¡Porque un animal te disguste, no tienes permiso de agredirlo!

Meterlos en bolsas, golpearlos con palos hasta matarlos para sacarse la furia, agarrarlos de la cola y suspenderlos dándoles vuelta en el aire, patearlos cuando les pasan cerca, solo son algunos de los abusos contra los animales. Son incontables los actos de violencia que cometen los seres humanos contra ellos.

No te hace menos persona ayudar a un animal que esté en algún problema o dificultad. No te hace persona de prestigio o más inteligente agredirlo para ganar popularidad, por el contrario, te hace alguien insensible e ignorante.

Los tachan como seres peligrosos, agresivos y asesinos, pero ¿quién es más peligroso? ¿El humano o el animal? El primero actúa en plena conciencia de sus actos, con alevosía y ventaja, por picardía y maldad; los animales únicamente actúan por instinto, atacan si se sienten amenazados.

Totalmente a favor de toda ley que castigue esas injusticias; 5 años de prisión es hasta muy poco para alguien que actúa premeditadamente con agresión contra un pobre animal. Alguien que comete tales crueldades merece un castigo.

A ningún ser, sea razonable o no, le gusta ser maltratado. Hagamos a los demás lo que queremos que los demás nos hagan. No te da facultad a maltratar a los animalitos el que te desagrade o incomoden.

Si lo miras y tienes que pasar cerca de él, da la vuelta, cruza la calle o simplemente ignóralo; pero no lo lastimes. ¡El hecho de que no te gusten los animales, no te da derecho a maltratarlos!

Francy Daniella Pacheco

¿Nuevos democráticos?

Y se dicen nuevos, democráticos y listos para desterrar el bipartidismo, pero muestran rostros de caciques, de dueños de hacienda sin más horizonte, igual que los otros, que llegar al poder. ¡Dios nos proteja! Con gente así aquello de encierro y entierro nos llegaría hasta por las redes sociales. Bien decía mi abuela allá en la aldea de Copán: más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.

Bertha Argueta M.