<div class='TextoPrincipal' id='DTElementID-140121618' <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'El titular de LA PRENSA el viernes pasado: “El 90% de la droga que lleg&oacute; a EEUU en 2017 pas&oacute; por el Tri&aacute;ngulo Norte”, originado en un informe de las Naciones Unidas, es revelador por lo que literalmente dice; pero tambi&eacute;n por lo que esconde. ¿Qui&eacute;n recibi&oacute; ese 90% y d&oacute;nde se cultiv&oacute; y proces&oacute; ese mismo porcentaje? Con pocas excepciones, en la regi&oacute;n centroamericana a la que se se&ntilde;ala no se han hallado centros de procesamiento ni mucho menos materia prima para la obtenci&oacute;n de la droga, con gran demanda en el pa&iacute;s de destino y con incremento en la oferta en la naci&oacute;n de origen. Hay que hablar claro y dirigir la acciones hacia donde surta efecto, no en medio de la cadena, d&eacute;bil e indefensa ante la acometida de unos y otros. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial' El debate internacional sobre las estrategia contra las drogas en la Comisi&oacute;n de Narc&oacute;ticos de las Naciones Unidas ha evidenciado claramente que mientras en los extremos del canal, env&iacute;o y recepci&oacute;n, se va aliviando la represi&oacute;n y abriendo espacio a la aceptaci&oacute;n de consumo con notorio aumento de los consumidores, la criminalizaci&oacute;n o represi&oacute;n se hace cada vez m&aacute;s evidente en el camino, en la ruta de los env&iacute;os, donde la huella es cada vez m&aacute;s clara y perniciosa por la infiltraci&oacute;n en la d&eacute;bil institucionalidad y las end&eacute;micas estructuras econ&oacute;mica y social. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'En Honduras conocemos bien hasta d&oacute;nde han llegado los tent&aacute;culos, cada vez m&aacute;s opresores, de ese 90% reclamado por la demanda de los consumidores en las grandes ciudades de la Uni&oacute;n Americana y la tentadora oferta que llega del sur con tan descomunal fuerza en todos los &aacute;mbitos, que el gran “pecado” del Tri&aacute;ngulo Norte es su ubicaci&oacute;n geogr&aacute;fica, los altos niveles de pobreza y la corrupci&oacute;n, causa y efecto del narcotr&aacute;fico y otras descomposiciones sociales. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'El reciente encuentro internacional en Viena reconoci&oacute; con vergüenza que la meta se&ntilde;alada en 2009: “eliminar o reducir considerablemente” el consumo, la oferta y la demanda, ha sido un rotundo fracaso, pues al aumento en la producci&oacute;n de drogas tradicionales hay que sumar la embestida en el mercado de nuevas drogas sint&eacute;ticas. El fracaso se sintetiza en m&aacute;s consumidores y mayor n&uacute;mero de muertos por sobredosis. <p class='LP-Opinion-Lp-Opinion Texto Primer Parrafo Editorial'La ruta hacia 2029 no est&aacute; clara, pues las divergencias surgen ya desde el punto de partida con liberaci&oacute;n regulada por unos y mano dura por otros, esto &uacute;ltimo generalmente tendr&aacute; mayor impacto en las zonas m&aacute;s vulnerables, de modo que el dedo acusador se concrete dentro de diez a&ntilde;os en algo igual o parecido, el 90% pas&oacute;, eludiendo la salida y la ansiada llegada que pueden y deben explicar todo. </div