Corridos tumbados, el género musical popular que causa división en México

Peso Pluma se ha convertido en uno de los íconos del divisivo género musical que lo lanzó a la fama.

Foto: Charles Sykes/Invision, vía Associated Press

Los corridos tumbados de Peso Pluma han encontrado un amplio público más allá de México, con miles de streams.

jue 18 de enero de 2024

Por Elda Cantú/The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO — En muchos pueblos mexicanos donde los cárteles de la droga causan estragos, ver a un joven vestido de negro con un pasamontañas sería aterrador. Un sábado de noviembre por la noche, Peso Pluma se pavoneó por el escenario del Foro Sol de la Ciudad de México con ese atuendo, entre aplausos.

La estrella de 24 años vestía una versión Fendi de un uniforme de sicario. “¿Están listos para presenciar el concierto más bélico de sus vidas?”, gritó. La multitud respondió con un rugido. Más tarde, durante “El Gavilán”, el público cantó al unísono “Soy de la gente del Chapo Guzmán”, en referencia a un tristemente célebre capo de la droga.

Peso Pluma, junto con artistas como Natanael Cano, Grupo Firme, Eslabón Armado y Banda MS, está a la vanguardia de un movimiento musical que ha encontrado crecientes públicos más allá de México.

$!Natanael Cano es pionero de los corridos tumbados, que tienen letras inspiradas en la violencia de los cárteles.

Interpretan corridos tumbados, que combinan cantos y rapeos familiares para los fans del hip-hop y el reguetón con melodías de la música tradicional mexicana, junto con letras inspiradas en narcocorridos —canciones que cuentan historias del narcotráfico. Pero incluso cuando Peso Pluma acumula millones de reproducciones vía streaming y Grupo Firme realiza giras por Estados Unidos, estos artistas a menudo se encuentran en territorio disputado en casa, donde la guerra contra las drogas no es una fantasía, sino una sangrienta realidad cotidiana.

“Están tocando una fibra sensible de la cultura mexicana”, dijo Camilo Lara, de 48 años, un productor musical. Citó cómo los artistas han explotado “la relación con la violencia, con la calle, con la política, con lo que está pasando con la moda”, agregando, “Es el momento más emocionante en la música mexicana en 20 o 30 años”.

Amenazas

El concierto de Peso Pluma en el Foro Sol, un recinto con capacidad para más de 60 mil personas, se llevó a cabo luego de varias cancelaciones por amenazas de seguridad. Días antes, las autoridades de Tijuana habían prohibido los corridos tumbados en público con multas de hasta 70 mil dólares.

“La decisión de prohibir estos corridos tumbados es para proteger la salud mental de los niños de Tijuana”, dijo Montserrat Caballero Ramírez, Alcaldesa de la Ciudad, a través de un portavoz. En mayo, Cancún prohibió los espectáculos públicos “que fomenten la violencia”. Grupo Firme pronto canceló un concierto allí. Dos meses después, el Cabildo de Chihuahua votó por unanimidad multar los espectáculos públicos que promovieran la violencia.

Los artistas dicen que la letra no está dirigida a niños. “Sé que a veces no está bien que los niños vean o escuchen esto, pero es una realidad”, dijo Peso Pluma.

Niños llegaron en masa a su presentación en la Ciudad de México. Oliver Medrano, de 35 años, dijo que Sofía, su hija de 9 años, había pedido ir. Dijo que se había enganchado con “El Belicón”, una canción sobre un hombre que se jacta de poseer autos deportivos, bazucas y Kalashnikovs.

La controversia refleja décadas de debate en Estados Unidos sobre las implicaciones de las letras del rap en la vida real. Desde N.W.A hasta Jay-Z y Rick Ross, muchos artistas populares de hip-hop se han basado en imágenes de los capos de la droga para ostentación y garra.

“Ves a estos tipos de juerga con estos lujos y de repente piensas: ‘¿Cómo puedo obtener esto?’, especialmente en este País, nuestro País, que tiene limitaciones sociales muy fuertes”, dijo Graciela Flores, profesora en la Universidad Autónoma de Coahuila, quien se especializa en crimen y justicia del siglo 19 en las zonas fronterizas mexicanas.

©2024 The New York Times Company