Las hormigas tardan para sentirse como en casa

Las hormigas son una maravilla de la biología, al vivir en colonias enormes que funcionan como un solo superorganismo.

Foto: Todd Heisler/The New York Times

Hormigas podadoras reúnen hojas para nutrir sus jardines fúngicos, que brindan comida para las colonias.

vie 22 de septiembre de 2023

Cuando el Museo Estadounidense de Historia Natural en Nueva York abrió recientemente su nuevo insectario, medio millón de hormigas podadoras quedaron bajo los reflectores.

Las hormigas son una maravilla de la biología, al vivir en colonias enormes que funcionan como un solo superorganismo.

Son granjeras sofisticadas, al recolectar hojas que usan para nutrir extensos jardines fúngicos, que brindan alimento para la colonia.

Crear la exhibición fue una travesía de seis años que llevó al equipo del museo, y las hormigas, de una granja en Trinidad, donde se recolectó una colonia del tamaño de una mandarina, a un laboratorio en Oregon, donde creció hasta llenar una tina de baño, y luego por un recorrido de seis días por carretera a través de EU en una van rentada.

Las hormigas, que se mudaron a su hábitat de museo en enero, tardaron en adaptarse a su nuevo hogar, al no lograr cosechar hojas suficientes para mantener sus jardines fúngicos.

“Hemos tenido algunos altibajos”, comentó Hazel Davies, una directora en el museo.

Para mostrar la agricultura de las hormigas, el museo diseñó una enorme exhibición abierta hecha de materiales “aprobados por hormigas” y puestos a prueba en laboratorio, como acero trenzado inoxidable y ladrillos de Lego.

“Las hormigas tuvieron la oportunidad de escoger muchas de las cosas”, dijo Ryan Garrett, el fundador de Leaf House Scientific, quien recolectó la colonia y ofreció asesoría sobre el hábitat.

$!En un nuevo insectario en NY, hormigas reúnen hojas y las llevan a sus jardines fúngicos, que son esferas de cristal.

El diseño tenía a las hormigas cuidando de sus jardines fúngicos dentro de esferas de cristal, luego siguiendo una ruta ambiciosa para recolectar hojas al cruzar de cabeza un puente elevado transparente y trepar postes de aluminio.

Cuando las esferas repletas de hormigas fueron cargadas en la exhibición, el equipo anticipó que les tomara a las hormigas varios días hallar su camino.

Les tomó semanas. Algunas hormigas se abrieron paso rápidamente al puente elevado e incluso hacia abajo a una autopista de hormigas que lleva al área de recolección, pero se detuvieron ahí.

El equipo necesitó sólo un pequeño subconjunto de hormigas para trazar el camino; cuando las primeras hormigas regresaron del área de recolección, dejaban un rastro de feromonas que las otras podían seguir.

Se colocó una cuerda a lo largo del puente para que las hormigas no tuvieran que cruzarlo de cabeza. Otro atajo permitió que las hormigas les sacaran la vuelta a algunos de los postes de aluminio.

Para mediados de abril, filas de hormigas habían empezado a llevar hojas de vuelta a sus esferas.

Hay más trabajo por hacer. Las hormigas no se han adaptado al metal trenzado que parecía ser prometedor en el laboratorio, y a cada rato caen en una fosa en la exhibición.

No obstante, el equipo ahora ha retirado los atajos grandes. Hace poco, las hormigas al fin completaron la ruta entera e incluso comenzaron a abrirse paso por una desviación en un laberinto elevado.

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