Indiana, Estados Unidos.
Hace 23 años Richard Hoagland vivía feliz con su familia en Indiana. Tenía una buena posición económica, una casa grande y todo los lujos que una familia pudiera tener. Sin embargo un 10 de febrero de 1993, todo cambió.
Ese día Hoagland llamó a su esposa Iseler, para decirle que estaba enfermo y necesitaba ir a un servicio de emergencias. Ella quiso acompañarlo, pero él insistió en que no era necesario.
Fue la última vez que Iseler y sus dos hijos, Matthew, entonces de 9 años, y Doug, de 6, supieron de él.
Las autoridades investigaron y hallaron el auto de Hoagland en el Aeropuerto Internacional de Indianápolis, pero el sujeto no había tomado ningún vuelo.
Aunque lo buscaron en todos los hospitales, no había un rastro del hombre.
Una carta
Ese mismo verano, los hijos de Richard recibieron una tarjeta de cumpleaños de su padre y 50 dólares para cada uno. 'Tal vez en algún momento pronto vamos a llegar a vernos los unos a otros. Apuesto a que ni siquiera me conocerás. Ha pasado tanto tiempo. Cuiden de su madre. Adiós, papá' era el mensaje de la carta.
Hace 23 años Richard Hoagland vivía feliz con su familia en Indiana. Tenía una buena posición económica, una casa grande y todo los lujos que una familia pudiera tener. Sin embargo un 10 de febrero de 1993, todo cambió.
Ese día Hoagland llamó a su esposa Iseler, para decirle que estaba enfermo y necesitaba ir a un servicio de emergencias. Ella quiso acompañarlo, pero él insistió en que no era necesario.
Fue la última vez que Iseler y sus dos hijos, Matthew, entonces de 9 años, y Doug, de 6, supieron de él.
Las autoridades investigaron y hallaron el auto de Hoagland en el Aeropuerto Internacional de Indianápolis, pero el sujeto no había tomado ningún vuelo.
Aunque lo buscaron en todos los hospitales, no había un rastro del hombre.
Una carta
Ese mismo verano, los hijos de Richard recibieron una tarjeta de cumpleaños de su padre y 50 dólares para cada uno. 'Tal vez en algún momento pronto vamos a llegar a vernos los unos a otros. Apuesto a que ni siquiera me conocerás. Ha pasado tanto tiempo. Cuiden de su madre. Adiós, papá' era el mensaje de la carta.
La familia, golpeada por la partida del padre y una drástica reducción en los ingresos, perdió la casa y otros bienes. 'Nos destruyó. Él nos dejó sin nada, absolutamente nada. Yo estaba muy afectada', expresó Iseler a ABC News.
Al cabo de 10 años, Hoagland fue declarado oficialmente muerto e Iseler se casó nuevamente.
Drama
Ahora, 23 años después, el hombre ha sido encontrado, vivo y coleando.
Su familia en Indiana recibió de la nada una llamada de la policía el pasado julio que les hizo revivir el drama y les ha dejado con la boca abierta. Richard -infromaron las autoridades- había sido arrestado en el condado de Pasco, Florida, usando la identidad de un hombre que había fallecido ahogado en 1991.
Richard apareció en Florida con esposa, hijo y otra identidad.
'Ese tipo es un cobarde', dijo en una conferencia de prensa el sheriff del condado de Pasco, Chris Nocco. 'Abandonó a una familia. Es triste para todas las víctimas que ha causado'.
El hombre permanece bajo arresto y se le ha fijado una fianza de $25,000 por usar la identidad del fallecido, Terry Symanski.
