Redacción.
La calma en la sala de emergencias del Hospital Municipal Miguel Couto, de Río de Janeiro fue interrumpida por los gritos de un hombre que había recibido un balazo en la boca y balbuceaba 'Lucifer'.
El personal médico quedó aterrorizado en la madrugada del pasado lunes cuando el hombre, que decía estar poseído, entró ensangrentado y con el torso desnudo.
El hombre hacía movimientos erráticos como si no tuviera el control de su propio cuerpo.
Una persona del lugar trató de exorcizarlo rezando un 'padre nuestro', pero no dio resultados.
Algunos presentes manifestaron que el hombre andaba drogado y que por esa razón actuaba como si no sintiera dolor, a pesar de la grave herida que había recibido.
Los enfermeros lograron contenerlo y lo sedaron para que fuera atendido.
La calma en la sala de emergencias del Hospital Municipal Miguel Couto, de Río de Janeiro fue interrumpida por los gritos de un hombre que había recibido un balazo en la boca y balbuceaba 'Lucifer'.
El personal médico quedó aterrorizado en la madrugada del pasado lunes cuando el hombre, que decía estar poseído, entró ensangrentado y con el torso desnudo.
El hombre hacía movimientos erráticos como si no tuviera el control de su propio cuerpo.
Una persona del lugar trató de exorcizarlo rezando un 'padre nuestro', pero no dio resultados.
Algunos presentes manifestaron que el hombre andaba drogado y que por esa razón actuaba como si no sintiera dolor, a pesar de la grave herida que había recibido.
Los enfermeros lograron contenerlo y lo sedaron para que fuera atendido.
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