Bogotá, Colombia
Universitarios, indígenas y sindicalistas aumentaron la presión sobre el gobierno de Iván Duque con nutridas y tensas marchas, que coronaron un mes de protestas por más recursos para la educación pública.
Al reclamo de los estudiantes se sumó el de otros sectores que están en contra de una proyectada alza de impuestos. Las movilizaciones se llevaron a cabo en varios puntos de Colombia, aunque el descontento social tuvo como epicentro el norte de Bogotá, donde la policía empleó gases lacrimógenos y hubo episodios de caos.
“Vamos a seguir escalando el mecanismo de presión para obligar al gobierno a que responda a nuestras necesidades”, señaló a la AFP Cristian Cardozo, de la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Uness).
Seguidos de cerca por la policía, los universitarios marcharon con pancartas, banderas y grandes lápices de cartón exigiendo una negociación directa con el presidente Duque.
Aunque la mayoría se manifestó de forma pacífica, grupos de encapuchados se enfrentaron con la policía antimotines. Según las autoridades, cerca de 14,000 personas se movilizaron en Bogotá, con un balance final de 35 detenidos, de los cuales 14 ya se encuentran en proceso de judicialización. En ciudades como Cali, Medellín, Barranquilla y Pereira también hubo protestas. Los universitarios paralizaron clases y comenzaron a llenar las calles el 10 de octubre, para denunciar la “crisis presupuestaria” en la educación superior.
