Una ballena de 18 metros de largo quedó varada ayer en la costa pacífica de Nicaragua. Más preciso, en la playa Papoyo del departamento de Rivas, ubicado unos 100 kilómetros de la capital nicaragüense. Las autoridades locales del Ministerio de Ambiente estudian cómo ayudarla a regresar al mar.
Según informaron expertos locales, en esta época del año es muy común que ballenas jorobadas y delfines visiten las costas del Pacífico en busca de alimento.
Los pobladores locales y los turistas, que se sorprendieron ayer a la madrugada al encontrar semejante animal sobre las arenas blancas, se agruparon para empujar al animal e intentar que lograra retomar su ruta. Pero estos mamíferos pueden llegar a pesar hasta 80 toneladas en su edad adulta.
Sobre la noche, el animal, que había luchado durante todo el día para salir del lugar, ya se encontraba cansado y casi no se movía.
A pesar de los esfuerzos de los pobladores, turistas y autoridades por salvar la vida de la ballena, el animal falleció unas horas después.
