Resulta que Heather Jones, originaria de Kansas, Estados Unidos, había compartido la prueba de la tortura a su hijo, Adrian, de 7 años, quien vivía encerrado en la bañera.
Por años Heather y su pareja abusaron del pequeño con torturas, hostigamiento y negación de los alimentos por parte de sus padres, quienes fotografiaban cada uno de los actos que cometían.
Por cada mal momento y golpes que le daban a su hijo no dudan en fotografiarlo.
Todo salió a la luz hasta que un día la dueña de la casa que rentaban descubrió lo que esta pareja hacía gracias a lo que vio en la computadora que dejaron en la vivienda y avisó a la policía, pero ya era muy tarde el niño ya había fallecido.
En algún momento en septiembre u octubre de 2015, lo ataron y encerraron en un baño bajo la regadera, y el niño habría muerto de hambre o de sed. El juicio ha establecido que la pareja decidió no enterrar el cuerpo sino que compraron cerdos para que desaparecieran los restos.
La pareja ahora enfrentan condena de cadena perpetua
Heather Jones
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Michael Jones
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El pequeño era atado por horas a una superficie de metal.
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En otras ocasiones, era forzado a permanecer durante la noche en una sucia piscina
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