Dos hombres con cuchillos de carnicero mataron a otro cerca de un cuartel militar el miércoles en Londres y uno de ellos justificó el crimen en un video gritando consignas políticas, haciendo ademanes con las manos ensangrentadas y ondeando un enorme cuchillo.
Poco después la policía llegó, disparó e hirió a los agresores —que no han sido identificados— y los puso bajo custodia. El brutal ataque a plena luz del día puso en alerta a esta ciudad e hizo surgir temores de que el terrorismo haya regresado a Londres.
Las autoridades no identificaron a la víctima, pero el presidente francés Francois Hollande se refirió a él como 'soldado' en una conferencia de prensa en París acompañado del primer ministro David Cameron, quien está de visita.
Cameron no confirmó eso, pero la prensa británica reportó que la víctima vestía una camisa en apoyo a los soldados. El Ministerio de Defensa investiga si estuvo involucrado un soldado británico.
El primer ministro dijo que existen 'fuertes indicios' de que el ataque tiene vinculaciones con el terrorismo. El comité de emergencia del gobierno fue convocado de inmediato y la seguridad se incrementó en las barracas militares en todo Londres. Cameron acortó su viaje a París para regresar a Londres y el jueves encabezará otra sesión.
Imágenes del sitio mostraban un vehículo azul que al parecer fue utilizado en el ataque, con el toldo aplastado e impactado contra un poste sobre una banqueta manchada de sangre. Varias armas, incluyendo cuchillos de carnicero y un machete, están desperdigadas en la calle.
Aunque era un momento de caos, la escena estaba notablemente normal. Había transeúntes pasando con bolsas y carritos de compras, mientras había un cuerpo inmóvil tendido en la calle y los atacantes estaban en el lugar ondeando enormes cuchillos.
El diario
The Daily Telegraph identificó a una mujer que enfrentó a los agresores como Ingrid Loyau-Kennett, de 48 años. Ella les pidió que ya no atacaran a nadie más y le preguntó a uno de los atacantes si él había hecho eso y qué querían.
'Dijo 'lo maté porque él mató a musulmanes y estoy harto de la gente que mata a musulmanes en Afganistán. No tienen nada qué hacer ahí''', dijo Loyau-Kennett al diario.
Gran Bretaña ha estado en el corazón de varios ataques o complots terroristas en los últimos años, el más mortal de ellos fueron los atentados suicidas de 2005 en hora pico, cuando murieron 52 personas. Más recientemente, Parviz Khan fue declarado culpable en 2008 de conspirar para secuestrar y decapitar a un soldado musulmán británico en Birmingham.
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