La policía ha liberado este martes a un niño de ocho años y a su madre, obligada a prostituirse por una banda de proxenetas en Alzira (Valencia), España.
Los tres secuestradores, que han sido detenidos, utilizaban al hijo como rehén y lo retenían en una habitación pequeña, sin ventilación y con escasa higiene. Otras cinco mujeres de entre 18 y 38 años, a las que los captores forzaban a prostituirse en la vía pública de Catarroja (Valencia), también han sido liberadas de la misma red publica El País.
La madre, que sufría vejaciones, coacciones, agresiones físicas y sexuales, y era obligada a ejercer la prostitución, consiguió escapar de sus explotadores y se fue directamente a una comisaría de la policía en Valencia. Tras avisar a los agentes, la mujer ingresó en un hospital y ha permanecido durante 24 en observación por las lesiones provocadas por sus captores. Si no obedecía las indicaciones de los proxenetas, la golpeaban y le amenazaban con maltratar a su hijo, según ha declarado la víctima.
Después de la alerta, los agentes organizaron un dispositivo para entrar en el domicilio de los delincuentes y liberar al menor. El niño llevaba cinco días encerrado en ese domicilio, según han informado fuentes de la policía, pero se encontraba más de un año en manos de la trama, que lo había trasladado a diferentes puntos de la Comunidad Valenciana.
En la operación han sido detenidos tres miembros de la banda, acusados de delitos de detención ilegal y pertenencia a organización criminal. El líder que ha huido a Rumanía, su país de origen, ha sido imputado por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, detención ilegal y pertenencia a organización criminal, según la Policía Nacional. El cuerpo desconoce si existen más personas vinculadas a la trama y el número de mujeres a las que ha involucrado.
