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Rousseff: Brasil no necesita pagar para organizar un mundial

  • 08 junio 2015 /

La mandataria brasileña salió al paso en medio de las revelaciones por corrupción que se han desatado en la FIFA.

Río de Janeiro, Brasil.

Brasil no es un país cualquiera en el mundo del fútbol y no necesita pagar para ser sede de un mundial como el que organizó el año pasado, dijo la presidenta Dilma Rousseff en una entrevista publicada el lunes.

En medio de las revelaciones de corrupción en la FIFA, que desataron un sismo en el planeta fútbol y costaron la renuncia de su presidente, Joseph Blatter, la mandataria brasileña señaló al diario Estado de Sao Paulo que no veía motivos para que las investigaciones lleguen hasta la Copa del Mundo 2014.

'Brasil no es un país cualquiera en materia de fútbol. No necesitamos pagar a nadie para traer la Copa, que fue la más lucrativa de la que se tenga noticia. No veo que sea por ahí la cuestión. Pero hay que investigar todas las consecuencias y las relaciones entre la FIFA y todas las Copas', afirmó, reiterando parte de su reacción inicial tras las detenciones de directivos de la entidad madre del fútbol en Suiza el mes pasado.

'Quien tenga que ser castigado, que sea. Y que quede claro que estos organismos tienen que ser transparentes y rendir cuentas porque involucran un volumen grande de dinero. No veo motivo (para que llegue hasta la Copa en Brasil)', añadió.

La justicia estadounidense ya anunció, sin mayores detalles, que investigaría el proceso de elección de Brasil como sede de la última Copa del Mundo. Y el ministro de Justicia del país sudamericano, José Eduardo Cardozo, anticipó que el país investigará con 'gran rigor' las denuncias de corrupción.

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El excampeón mundial y hoy senador federal, Romario, impulsa una comisión de investigación legislativa para indagar las actividades de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), así como los contratos suscritos por el comité organizador del Mundial-2014.

Siete altos cargos de la FIFA, incluido el vicepresidente de la CBF, José Maria Marin, fueron detenidos en Suiza a petición de las autoridades estadounidenses como sospechosos de haber aceptado sobornos de varios millones de dólares desde los años noventa.