26/04/2024
03:52 PM

Sierra Leona, un país entero confinado para contener el ébola

Las autoridades del país africano decidieron que sus seis millones de habitantes se encierren durante tres días en sus casas. Se intenta, así, controlar la epidemia.

Monrovia, Liberia.

El Gobierno de Sierra Leona decidió tomar la medida más drástica para tratar de acabar con la propagación de un virus que ya ha matado a 562 personas. Durante tres días, ningún civil podrá salir de su casa.

El encierro durará hasta el domingo. Hasta entonces, 30,000 voluntarios irán casa por casa para hacer un censo completo de los enfermos. Se repartirán 1.5 millones de pastillas de jabón y se informará a los ciudadanos de las medidas para evitar el contagio.

El rechazo social a los enfermos está llevando a muchos pacientes a ocultar los síntomas. Previendo que tras el toque de queda se identifique a centenares de nuevos casos, se están preparando nuevos centros de tratamiento.

“El momento es excepcional y los momentos excepcionales exigen medidas excepcionales”, declaró el presidente Ernest Koroma en un mensaje radiotelevisado con motivo del lanzamiento de la campaña.

Ausencia de incidentes

La primera jornada de confinamiento terminó sin incidentes. Las calles de la capital Freetown se mantuvieron desiertas a lo largo del día. “ Todo el mundo parece respetar las consignas”, se congratuló el jefe de la Policía, Francis Munu.

Algunas organizaciones han criticado la medida. “Los encierros y las cuarentenas no ayudan a controlar el ébola; lo único que hacen es minar la confianza de los ciudadanos y los responsables de la salud pública”, aseguró un miembro de Médicos sin Fronteras.

Acción contra el Hambre dijo que está “muy preocupada por las consecuencias de la aplicación de medidas coercitivas masivas a una población que ya sufre y desconfía del sistema de sanidad”.

Algunos ciudadanos se quejaron de las incomodidades que produce el encierro. “¿Cómo vamos a conseguir poner comida sobre la mesa para nuestras familias durante estos tres días?”, lamentó un vecino de Freetown. En los últimos días, los residentes han estado acaparando alimentos.

Otros residentes consideraron provechosa la medida. “Es difícil quedarse encerrado en casa, pero si esto ayuda a derrotar al virus, el sacrificio valdrá la pena”, afirmó un ghanés que hace 30 años vive en Freetown. “Si somos capaces de controlar el riesgo de transmisión del virus, su capacidad de arrebatar más vidas será destruida y más gente podrá sobrevivir”, señaló Miatta Bangura, residente de la localidad de Kenema, en el este del país.

Unicef, que financia parte de la campaña, también elogió la operación.

A ritmo de maratón

Los equipos de información deberán visitar 1.5 millones de hogares en tres días. Para asumir el reto se han formado 7,136 equipos de cuatro personas.

“Es una maratón porque sabemos que todavía serán necesarios meses de movilización, pero tenemos que correr a la velocidad de un esprín”, dijo una voluntaria.