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Reforma sanitaria de Trump deja sin seguro a 24 millones

  • 14 marzo 2017 /

El plan de salud republicano consiste en un sistema de créditos para ayudar a comprar seguros.

    Washington, Estados Unidos.

    “Nadie sabía que el sistema de salud podía ser tan complicado”, confesó el presidente estadounidense Donald Trump hace unos días.

    Y es que a lo largo de su campaña, el magnate prometió derogar la polémica reforma sanitaria de su antecesor, Barack Obama; sin embargo, dicha promesa se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el mandatario.

    Los republicanos en la Cámara de Representantes de EUA presentaron ayer el esperado plan de salud del nuevo Gobierno, y los resultados no fueron los esperados. Según un informe de la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO), el plan de Trump haría que 24 millones de estadounidenses pierdan su cobertura médica para 2026.

    El estudio era muy esperado, ya que la CBO evalúa, de manera independiente, los efectos de los proyectos de ley en el país, tanto a nivel político como económico.

    No obstante, la propuesta sí logra uno de los principales objetivos de los republicanos: reducir el déficit federal en 337,000 millones de dólares en diez años.

    Miles de manifestantes han exigido en los últimos días mantener la reforma sanitaria del expresidente Obama que daba seguro médico a millones de personas de escasos recursos y que los republicanos buscan desmantelar.
    “Los mayores ahorros provendrían de las reducciones en los desembolsos para Medicaid”, el programa para ofrecer acceso sanitario a las personas de bajos recursos, y de “la eliminación de los subsidios de la Ley del Cuidado de Salud Asequible (ACA)”, apunta el informe.

    Recortes
    Trump ordenó revisar todos los departamentos de su Gobierno para recortar el “despilfarro” de gastos, tres días antes de presentar un presupuesto para el año fiscal 2018. El mandatario incluirá notables recortes, entre ellos un 37% menos de fondos para el Departamento de Estado y un 25% menos para la Agencia de Protección Medioambiental.
    “Las reducciones en la cobertura de seguro entre 2018 y 2026 provendrían en gran parte de los cambios en la inscripción a Medicaid, porque algunos estados frenarían su expansión y algunos estados que la hubieran ampliado en el futuro elegirían no hacerlo”, agrega.

    Según el estudio, con la ley actual, conocida con Obamacare, en 2026 quedarían 28 millones de personas sin seguro médico en el país; mientras que con el plan republicano ascenderían a casi el doble, 52 millones.

    El resultado del informe supone un golpe para el liderazgo conservador, que pretende derogar la ley actual impulsada por Obama y reemplazarla por este nuevo plan; pero no ha encontrado consenso en su bancada, especialmente entre los ultraconservadores y el sector más moderado.

    Los proyectos de ley en los que se sustenta ya fueron aprobados por los comités correspondientes de la Cámara Baja, y se espera que pase al pleno en los próximos días; sin embargo, el mayor escollo lo encontrará en el Senado, adonde varios senadores conservadores ya han manifestado su oposición.



    Reacción demócrata

    En tanto, la oposición reclamó inmediatamente la retirada del plan. “El informe del CBO muestra hasta qué punto las promesas del Presidente son vacías; según ellas, todo el mundo estará cubierto y los costes serán bajos”, declaró el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

    Pero el arquitecto del plan defendió otra estimación que también aparece en la previsión del CBO: el descenso de las primas de seguro después de 2020, que antes iban en aumento.

    “Cuando la gente puede escoger, los costos bajan”, aseguró Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, instancia que debate el texto.

    El secretario de Salud, Tom Price, rechazó el informe, señalando que la estimación del CBO no incluye las fases de la reforma que prevé el Gobierno.

    La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, exigió en el Congreso que el proyecto sea retirado. “Es la única cosa decente que se puede hacer (...) Ellos deben haber visto los números y saber cómo eso se traslada a la vida de las personas”, precisó.

    Las proyecciones de expertos ya han detallado que las más afectadas serán las personas de bajos recursos que se beneficiaron de la expansión de Medicaid y que no tienen cómo pagar el costo de una cobertura de seguro.



    “Baño de sangre”

    Los republicanos moderados no son los únicos que se oponen al proyecto de reforma. El ala derecha del partido considera que el plan es poco agresivo y amenaza con boicotear.

    Consciente de la difícil batalla que se encara, Trump ha multiplicado sus comparecencias para reiterar que la actual legislación es “un desastre”.

    Claves
    1. Recortes para el programa de Medicaid
    El sistema que ofrece acceso sanitario a las personas de bajos recursos, Medicaid, será recortado en un 25%, si el plan médico de Trump logra ser aprobado en el Senado
    2. La asistencia médica será más cara en EUA
    La reforma elevaría los precios de las pólizas entre un 15% y un 20% en los próximos dos años. La medida reducirá la cifra de gente sana que los comprará y será inasequible para los más pobres.
    3. Cuatro millones de hispanos afectados
    Los subsidios de la Ley del Cuidado de Salud Asequible (ACA), que daba cobertura a 20 millones de personas, incluyendo cuatro millones de hispanos, serán eliminados.
    “La prensa transmite una imagen muy positiva de Obamacare (...) pero la ley está implosionando y 2017 será aún peor”, aseguró ayer.

    Los líderes republicanos saben que si el proyecto fracasa, la consecuencias serán nefastas porque la derogación de Obamacare es la propuesta política con la que quieren simbolizar su vuelta al poder.

    Los impulsores de la reforma defienden que el consumidor podrá escoger el producto que más le convenga en el futuro sistema y que la oferta será menos cara y se adaptará más a sus necesidades.

    Trump presuntamente predijo en privado que si no se aprueba, habrá “un baño de sangre” durante los comicios legislativos de mitad de mandato en noviembre de 2018.

    El caso de espionaje

    En tanto, la Casa Blanca dio marcha atrás a la acusación de Trump contra Obama de intervenir los teléfonos de la su torre en Nueva York durante la campaña.”Realmente no piensa que el presidente Obama fuera allá e interviniera personalmente sus teléfonos”, dijo el portavoz del mandatario, Sean Spicer.

    El senador republicano John McCain dijo este fin de semana que Trump debería retractarse de sus acusaciones o aportar pruebas que sustenten las acusaciones. “No tengo pruebas, pero para eso hay una investigación en el Congreso”, reconoció Kellyanne Conway, asesora presidencial. Conway sugirió un día antes de que la Torre Trump había sido espiada con teléfonos, televisores e incluso con microondas que se convierten en cámaras; pero también dio marcha atrás. “Yo no creo que haya habido personas que utilizaron hornos de microondas para espiar la campaña de Trump”, dijo.