Finalmente el presidente Enrique Peña Nieto reaccionó tras los escándalos desatados en México por las mansiones que él y su esposa supuestamente adquirieron de contratistas gubernamentales, encargando este martes a su nuevo ministro de Función Pública que investigue si hubo conflicto de interés en las compras de las mismas.
En un mensaje a medios, Peña Nieto pidió que, para una mayor transparencia, el ministro de Función Pública le investigue a su esposa Angélica Rivera, a él y al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien también compró una casa a la misma empresa y a una tasa de interés preferencial.
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Esta decisión forma parte de un paquete de medidas anticorrupción enumeradas por el mandatario que recibirán la asesoría de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
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La revelación generó escándalo en México al prácticamente coincidir con la adjudicación a ese contratista del contrato para construir el primer tren de alta velocidad en el país, dentro de un consorcio liderado por una compañía china.
El 20 enero, el diario estadounidense The Wall Street Journal publicó que Peña Nieto compró una lujosa vivienda a otro contratista en 2005 cuando iniciaba su mandato como gobernador del Estado de México (centro).
Tanto el presidente como la primera dama negaron que hubiera conflicto de interés en las adquisiciones. 'Este nunca ha sido el caso en mi responsabilidad como presidente ni tampoco en mis cargos públicos anteriores', recalcó este martes Peña Nieto.