Washington, Estados Unidos.
La pena de muerte se reanudó ayer en Estados Unidos luego del polémico caso de la ejecución de Joseph Wood, en Arizona, hace unas semanas, donde el reo agonizó durante dos horas tras recibir más de 15 inyecciones letales.
La ejecución ayer por la madrugada de Michael Worthington, condenado a muerte por violar y matar a una vecina en 1995, en Misuri, suma la séptima pena de este tipo en ese estado.
Aumentan condenas
Entre las causas que explican el creciente volumen de ejecuciones están las resoluciones de los casos pendientes, las apelaciones agotadas en las cortes de justicia por parte de los condenados y el nombramiento de jueces conservadores a nivel nacional y federal.
Desde 1976, en Estados Unidos se ha ejecutado a 1,385 personas y hay actualmente 3,070 condenados a muerte.
Con las recientes polémicas en contra de la inyección letal como “un método eficaz y justo”, el debate se centra entre la venganza social contra los criminales y la Octava Enmienda de su Constitución según la cual, “no se infligirán penas crueles e inusitadas”.
La pena de muerte, restablecida por el Tribunal Supremo de Justicia en 1976, se aplica todavía en 32 estados del país.
La pena de muerte se reanudó ayer en Estados Unidos luego del polémico caso de la ejecución de Joseph Wood, en Arizona, hace unas semanas, donde el reo agonizó durante dos horas tras recibir más de 15 inyecciones letales.
La ejecución ayer por la madrugada de Michael Worthington, condenado a muerte por violar y matar a una vecina en 1995, en Misuri, suma la séptima pena de este tipo en ese estado.
Aumentan condenas
Entre las causas que explican el creciente volumen de ejecuciones están las resoluciones de los casos pendientes, las apelaciones agotadas en las cortes de justicia por parte de los condenados y el nombramiento de jueces conservadores a nivel nacional y federal.
Desde 1976, en Estados Unidos se ha ejecutado a 1,385 personas y hay actualmente 3,070 condenados a muerte.
Con las recientes polémicas en contra de la inyección letal como “un método eficaz y justo”, el debate se centra entre la venganza social contra los criminales y la Octava Enmienda de su Constitución según la cual, “no se infligirán penas crueles e inusitadas”.
La pena de muerte, restablecida por el Tribunal Supremo de Justicia en 1976, se aplica todavía en 32 estados del país.
