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El insólito animal que parece calcetín podría ser clave para la evolución

  • 07 febrero 2016 /

En estos años no han podido determinar de qué se trataba o qué lugar ocupaba en la escala evolutiva.

California, EUA

Un calcetín usado y tirado en el suelo. O un globo desinflado. Éste es el aspecto que tiene Xenoturbella, un animal tan extraño que durante 60 años ha sido un enigma para los científicos.

En estos años no han podido determinar de qué se trataba o qué lugar ocupaba en la escala evolutiva. Sin embargo, gracias al descubrimiento de cuatro nuevas especies en las aguas profundas del Pacífico este, los investigadores han podido concluir que esta criatura pertenece a uno de los grupos más primitivos en el árbol evolutivo de la vida. Y también han podido grabarlos por primera vez.

Entre las especies nuevas, se encuentra un ejemplar grande, de más de 20 centímetros de longitud, que recibe el nombre de Xenoturbella monstrosa. Otra de ellas recuerda a un churro, y precisamente por ello le han dado bautizado así, Xenoturbella churro.

Greg Rouse, del Scripps Institution of Oceanography en EEUU, el investigador principal del estudio publicado en la revista Nature, señala a la BBC que lo habían apodado 'el calcetín morado'. La Xenoturbella se describió por primera vez en 1949. No tiene ojos, ni cerebro, ni estómago.

El único ejemplar que se conocía dejó a los científicos consternados y los primeros test genéticos determinaron que este 'calcetín marino' era un molusco. Se trataba de un error, puesto que 'habían secuenciado el ADN de lo que había comido', explica Rouse.

Otros investigadores pensaron que se trataba de una criatura que en su momento fue muy compleja pero que se había desprendido de todas sus sofisticadas características al evolucionar. Gracias a estas nuevas especies descubiertas se ha podido estudiar más de cerca a estos animales y comprobar que se sitúan cerca de la base de la escala evolutiva.

Aún así, queda todavía mucho por investigar sobre este curioso ser. 'Nunca le hemos visto comer. Cuando lo hemos abierto, hemos visto que su estómago está vacío. Tiene una pequeña boca y no tiene dientes', señala Rouse. El equipo espera que en futuras expediciones puedan arrojar luz sobre este insólito animal.