Fueron muchos regalos, pedidos de millones de niños y adultos. Para cumplir con todos, Papa Noel trabajó, y mucho. Ahora es momento de descansar y hasta recortarse la barba.
'Solo la corto un poco porque voy a mantener mi barba. Soy un Papa Noel y no puedo quedarme sin barba', indicó Voni Ribeiro, Papá Noel, estudiante de la escuela.
Santa también se merece comer tranquilo, tras un mes de duro trabajo.
'Esta pasta es para que puedan reponer fuerzas porque perdieron mucha energía, realmente sudaron mucho', dijo Limachen Cherem, director de la Escuela de Papá Noel.
La reunión es la despedida anual de la escuela de Papa Noel de Río, donde este año se formaron unos cuarenta estudiantes.
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La mayoría de los alumnos son jubilados o desempleados que trabajaron en centros comerciales, visitando hospitales y guarderías para intentar escapar momentáneamente de la recesión económica que sufre Brasil.
En 40 días pueden ganar entre 800 y 3,800 dólares, especialmente si trabajan en centros comerciales. Nada despreciable en un país donde el salario mínimo mensual es de 200 dólares.
Seguramente se volverán a ver las caras el año que viene en un nuevo curso. Texto y video de AFP.