Louann Clem trabajaba en una compañía de distribución de carne pero fue despedido por el mal olor que desprendía sus flatulencias o gases.
Tras haber sido despedido, él y su esposa demandaron a su empleador por acoso laboral y cese injustificado de actividades laborales, así lo indicó Metro.co.uk.
La señora Clem asegura que el jefe de su esposo solía hacer comentarios desaprobatorios sobre sus apestosos pedos en público, además, de haberle exigido trabajar desde su casa porque sus gases 'se apoderaban de la oficina'.
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Se conoció que Clem se tiraba pedos de forma involuntaria ya que recientemente había sido sometido a un bypass gástrico y eso le provocaba problemas de salud que comprende desde diarreas constantes hasta la expulsión involuntaria de gases.
Sin embargo, el presidente de la empresa argumentó que su despido fue porque varios clientes se habían quejado del fétido olor que despedía su empleado. 'No podemos trabajar en una oficina en la que llegan visitantes que se quejan de su olor, especialmente cuando vendemos carne para consumo humano', dijo Thomas Dolan, el exjefe de Clem.
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Hasta el momento, la Comisión Federal de Empleo Equitativo de Nueva Jersey no ha llegado a una solución para el problema entre Clem, su esposa y la compañía de carne que los despidió.
