El multimillonario Nick Woodman, fundador de GoPro, una compañía estadounidense que desarrolla, produce y vende cámaras personales de alta definición para los amantes del deporte decidió cumplir con una promesa verbal que hizo a su compañero de habitación de la universidad hace más de una década pagándole la estrafalaria cantidad de 229 millones de dólares.
Todo empezó en 2001, cuando el CEO de GoPro estaba montando la empresa. En un alarde de altruismo, prometió a su amigo y compañero en la Universidad de California en San Diego, Neil Dana, que le daría el 19% de los beneficios de la venta de acciones de GoPro, si esta se llegaba a producir.
Woodman decidió esta semana que el momento de cumplir su promesa había llegado y le cedió 4,7 millones en participaciones de la empresa a Dana, quien fue el primer empleado de la compañía y ahora se desempeña como director de música y ventas especiales. Este podrá hacer efectivo esas participaciones por los $229 millones.
Woodman fundó GoPro en 2004 para la producción de muñequeras para pequeñas cámaras y más tarde se lanzó a la realización de su propio hardware.
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En junio de 2014 la documentación sobre GoPro se hizo pública y de acuerdo con estos datos la madre, el padre y dos hermanas de Woodman se hicieron millonarios, mientras que el propio Wood tiene una fortuna valorada en 2,300 millones de dólares.
