Estados Unidos.
Desde Georgia, este joven está dispuesto a batir un insólito récord.
Primero va calentando sosteniendo la pesada bola de hierro solo con su boca, o emulando a los faquires más arriesgados.
Con sus pectorales incluso puede doblar espadas como éstas.
Pero el plato fuerte viene tras los aplausos de los espectadores de esta pequeña ciudad a 100 kilómetros de la capital del país.
Y es que es capaz de colgarse de los globos oculares nada más y nada menos que 33 kilos…
Aunque pueda parecer una habilidad sin mucha utilidad, de lo que puede estar seguro es que no se le saldrán los ojos de sus órbitas.