Redacción
Un reporte que llega desde Brasil informa que un neurobiólogo brasileño de nombre Iván de Araujo logró junto con su equipo activar el instinto depredador en ratones de laboratorio.
Para lograrlo, cambiaron los tradicionales electrodos por un láser, estimulando las amidalas cerebelosas del animal, en una región que forma parte de su sistema límbico, un importante centro regulador del comportamiento emocional y agresivo.
Para estimular la reacción, los científicos concentran la luz del láser exactamente en esa zona del cerebro de los animales de prueba, a través de una técnica que combina luz, genética y bioingeniería para estudiar los circuitos neuronales y comportamientos al actuar sobre células específicas, logrando una reacción inmediata tras el estímulo con luz láser.
“Encendemos el láser y trepa en un objeto, sujetándolo con las patas y mordiendo intensamente como si estuvieran tratando de capturar y matar” comentó Araujo sobre las pruebas efectuadas con los roedores.
En circunstancias normales, estos animales ignoran los objetos que se colocan en sus jaulas pero cuando se activa el láser lo atacan de inmediato, comportamiento que cesa cuando el láser de apaga.
A pesar de la inevitable comparación con los zombis, Araujo asegura que la técnica no induce a los roedores a atacarse unos a otros, simplemente aumenta su instinto de caza natural.
Y para aquellos que se preguntan si sería posible estimular tales comportamientos en seres humanos, el científico nos tranquiliza al explicarnos que eso sería mucho más difícil y complicado pues para ser estimuladas por el láser las células cerebrales tienen que recibir su luz directa, lo que en el caso de las personas requeriría se la inserción quirúrgica de un cable de fibra óptica.
