Washington, Estados Unidos.
La comunidad inmigrante en Tennessee, Estados Unidos, se encuentra 'aterrada' tras una de las redadas más grandes de la última década en ese estado, que dejó a 97 inmigrantes detenidos, la semana pasada, denunciaron organizaciones locales.
Más de 600 niños dejaron de asistir a la escuela tras el operativo en una fábrica de carne en Morristown, que saldó con la detención de decenas de indocumentados en una masiva redada ejecutada por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
'La gente está aterrada', dijo Stephanie Teatro, co-directora ejecutiva de la Coalición de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee, una organización estatal que estableció centros de información donde los parientes pueden acudir a declarar si sus seres queridos están desaparecidos tras la redada.
Las autoridades liberaron a 32 de los 97 detenidos tras la defensa provista por organizaciones proinmigrantes.
Sin embargo, muchos padres indocumentados han decidido encerrarse en sus casas y no llevar a sus hijos a la escuela por temor a ser detenidos por las autoridades migratorias.
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El Gobierno de Donald Trump dio orden de incrementar el alcance de este tipo de inspecciones y operaciones en los lugares de trabajo, para desactivar los 'imanes' laborales que atraen a los inmigrantes que están en el país ilegalmente y castigar a los empleadores que los contratan.
El Centro Nacional de Leyes de Inmigración y otros defensores de los inmigrantes aseguraron que la redada de Tennessee fue la más grande desde la Administración de George W. Bush (2001-2009).
