Ciudad de México.
Aunque la caravana de migrantes concluyó hoy en la Ciudad de México, los indocumentados centroamericanos seguirán su camino hacia la ciudad fronteriza de Tijuana, en Baja California, para protestar contra el presidente estadounidense Donald Trump, aseguró el coordinador de la movilización, Irineo Mujica.
'Donald Trump nos va a escuchar y nos va a ver, seguiremos luchando. Antes estuvimos y estaremos después de Donald Trump', dijo Mujica.
'Es una lástima que un presidente tan poderoso se ensañe con una caravana en la que hay mujeres y niños. (Pero) no hay Donald Trump que dure 100 años, ni muro que lo sostenga', agregó.
La caravana, que inició el 25 de marzo en Chiapas y llegó el martes a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, concluyó hoy con una serie de reuniones de los migrantes con autoridades de la Secretaría de Gobernación de ese país, del Instituto Nacional de Migración (INM) y de senadores.
En su trayecto, la movilización de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala fue criticada por el mandatario estadounidense, quien incluso la calificó como una amenaza a la seguridad de su país.
Al respecto, integrantes de la caravana que se encuentran en la Casa del Peregrino de la Delegación Gustavo A Madero consideraron que, mientras no mejoren las condiciones en Centroamérica, las personas seguirán buscando llegar a Estados Unidos sin importar el presidente que haya.
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'Una cosa es que seamos inmigrantes, que queramos entrar al país americano, pero no somos asesinos, ni mucho menos vamos a quitarle un pedazo de Estados Unidos', comentó Francisco Javier Rodríguez, de 32 años, quien trabajaba como mesero en Guatemala, pero dejó a su esposa y tres hijos para sumarse a la caravana en busca de mejores oportunidades.
Irineo Mujica, también director de la organización Pueblo Sin Fronteras, explicó que las principales causas por la que hondureños, guatemaltecos y salvadoreños dejan sus países son la violencia y la pobreza.
'Si Donald Trump realmente quiere parar la migración, que atienda los problemas de raíz en vez de utilizarlos para su campaña de reelección como chivos expiatorios', señaló el director.
