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Las mujeres que piden matrimonio y otras curiosidades del año bisiesto

  • 29 febrero 2016 /

Si no añadiéramos el 29 de febrero cada cuatro años, las estaciones acabarían descompasadas del calendario.

Redacción.

La Tierra tarda 365,2422 días en girar alrededor del Sol. Pero bajo el actual calendario occidental –introducido a fines del siglo XVI– se estableció que un año constaría de 365 días.

Y la porción restante –de cinco horas, 48 minutos y 46 segundos cada año– se suma para formar un día adicional cada cuatro años, como una forma de mantener nuestros relojes sintonizados con la Tierra y sus estaciones.

Ese día en cuestión se le suma al mes de febrero, la razón por la cual este año tiene 29 días.

La brillante idea del año bisiesto se le ocurrió al emperador Julio César. Si no añadiéramos un día completo cada cuatro años, las estaciones acabarían descompasadas del calendario, de tal manera que después de unos 700 años, en el hemisferio norte la Navidad caería en mitad del verano. Al revés, en el hemisferio sur.

Foto: La Prensa

Curiosidades, mitos, y anécdotas salen a la luz para hablar de este año bisiesto, particularmente asociados con creencias sobre el matrimonio.

En Grecia, por ejemplo, algunas parejas tradicionalmente evitaban casarse en un año bisiesto porque se pensaba que éste traería mala suerte en el futuro.

Pero en Reino Unido los años bisiestos se conocen sobre todo como aquellos en los que las mujeres pueden proponer matrimonio a los hombres.

La costumbre se popularizó en el siglo XIX, cuando se alentó a las mujeres que realizaran sus proposiciones en tarjetas postales.

La leyenda dice que el santo irlandés San Patricio emitió un decreto en el que otorgaba a las mujeres el derecho a proponer el asunto una vez cada cuatro años.