Washington, Estados Unidos.
El FBI toma “muy en serio” el riesgo de injerencia de un país extranjero en el proceso electoral estadounidense, declaró ayer su director, James Comey, en una conferencia sobre inteligencia. El funcionario subrayó que el FBI “toma muy seriamente la idea de que un país esté intentando influenciar de alguna forma en el proceso electoral ya sea interrumpiéndolo, sembrando la discordia o generando dudas”.
“No voy a comentar cuál es el trabajo que estamos haciendo, pero trabajamos para tratar de entender cuál es la dimensión de esto y cuáles son las intenciones y motivaciones” de los perpetradores, agregó. A pesar de que el gobierno de EUA no ha apuntado oficialmente la responsabilidad hacia Moscú y el director de FBI se cuidó de no mencionar a Rusia, expertos apuntan hacia allá como el origen del hackeo a los servidores de Partido Demócrata y la publicación de los correos que complicaron a Hillary Clinton hace unas semanas.
El director del FBI ha tratado de minimizar el riesgo de un ataque informático que vaya a perturbar el conteo de votos el día de los comicios, sobre todo por lo anticuado y dispar del sistema de conteo de EUA. “El conteo de voto en este país tiende a ser un poco torpe, lo que de cierta forma es una bendición ya que lo hace más resistente”, explicó.
El diario The Washington Post reportó que autoridades de EUA investigaban una operación encubierta rusa que incluía un ciberataque al sistema de registro de votación en Arizona.
El FBI toma “muy en serio” el riesgo de injerencia de un país extranjero en el proceso electoral estadounidense, declaró ayer su director, James Comey, en una conferencia sobre inteligencia. El funcionario subrayó que el FBI “toma muy seriamente la idea de que un país esté intentando influenciar de alguna forma en el proceso electoral ya sea interrumpiéndolo, sembrando la discordia o generando dudas”.
“No voy a comentar cuál es el trabajo que estamos haciendo, pero trabajamos para tratar de entender cuál es la dimensión de esto y cuáles son las intenciones y motivaciones” de los perpetradores, agregó. A pesar de que el gobierno de EUA no ha apuntado oficialmente la responsabilidad hacia Moscú y el director de FBI se cuidó de no mencionar a Rusia, expertos apuntan hacia allá como el origen del hackeo a los servidores de Partido Demócrata y la publicación de los correos que complicaron a Hillary Clinton hace unas semanas.
El director del FBI ha tratado de minimizar el riesgo de un ataque informático que vaya a perturbar el conteo de votos el día de los comicios, sobre todo por lo anticuado y dispar del sistema de conteo de EUA. “El conteo de voto en este país tiende a ser un poco torpe, lo que de cierta forma es una bendición ya que lo hace más resistente”, explicó.
El diario The Washington Post reportó que autoridades de EUA investigaban una operación encubierta rusa que incluía un ciberataque al sistema de registro de votación en Arizona.
