El FBI descartó hoy nexos o motivos terroristas en el tiroteo de la semana pasada en Alexandria (Virginia), a las afueras de Washington, con un saldo de cinco heridos, entre ellos un congresista republicano, al detallar que el sospechoso padecía problemas de manejo de la ira y actuó solo.
Aunque la investigación sigue 'activa' con la recopilación de evidencias, en este momento el FBI no cree que haya ninguna 'conexión con el terrorismo', según explicó en una comparecencia de prensa Andrew Vale, el director adjunto a cargo de la oficina de Washington.
Por ello, el FBI está investigando el tiroteo del 14 de junio como un 'asalto a un miembro del Congreso y a un oficial federal', detalló Vale.
Además de al congresista Steve Scalise, el 'número tres' republicano en la Cámara baja, Hodgkinson hirió a Matt Mika, miembro de un grupo de cabildeo ante el Congreso; Zachary Barth, asesor del congresista de Texas Roger Williams, y a dos agentes de la Policía del Capitolio.
Hodgkinson falleció por los disparos de esos dos agentes, encargados de la protección de Scalise y que evitaron una tragedia mayor.
Hodgkinson había expresado en las redes sociales su enfado con el presidente de EE.UU., Donald Trump, y había viajado en marzo desde Illinois a Alexandria, donde vivía en su furgoneta, según las autoridades.
El agente del FBI Timothy Slater, encargado de la investigación, reveló hoy que entre las pertenencias del sospechoso se encontró 'un pedazo de papel que contenía los nombres de seis miembros del Congreso'.
De acuerdo con Slater, Hodgkinson no tenía un historial conocido de enfermedad mental, pero sí padecía de problemas de manejo de la ira. EFE