Roma, Italia.
Al menos 700 personas permanecen desaparecidas en el Mediterráneo después de que las embarcaciones en las que viajaban con destino a Italia naufragaran en los últimos días, informó ayer la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Los accidentes se habrían producido en las costas de Libia y en las de Malta.
Según afirmó la OIM, habrían sido los propios traficantes de personas los que habrían hundido a propósito el bote en el que viajaban inmigrantes sirios, palestinos, y egipcios, que habían partido el 6 de septiembre desde Egipto con destino a Italia.
Dos supervivientes del naufragio indicaron que los traficantes de personas les pidieron que saltaran en medio del mar a otra embarcación más pequeña. Tras la negativa de los indocumentados, los traficantes volcaron la embarcación.
La Policía inició investigaciones para verificar la historia de los testigos, que de ser cierta “sería el peor naufragio de los últimos años” según la organización.
La OIM hizo un llamado a la comunidad internacional para que “frenen a los criminales, que deben ser perseguidos y encarcelados”. La organización estima que más de 2,500 personas se han ahogado en el Mediterráneo este año.
