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El G8 cree que lo peor ha pasado para la economía mundial

  • 17 junio 2013 /

Los líderes de los países ricos señalaron que las políticas fiscales deben responder a las distintas circunstancias de cada país.

Los líderes del G8 consideran que lo peor ya ha pasado para la economía mundial gracias a las medidas tomadas en la zona euro, Japón y Estados Unidos, si bien persisten los riesgos.

Un portavoz de Downing Street, residencia oficial del primer ministro británico, explicó que esa fue la postura expresada hoy por los presidentes y jefes de Gobierno de los países más industrializados más Rusia durante la sesión plenaria sobre la economía mundial con la que comenzó la cumbre de dos días del G8 en Logh Erne, en Irlanda del Norte.

Las perspectivas de la economía global siguen siendo 'débiles' pero los 'riesgos a la baja' han remitido, gracias a las iniciativas tomadas en las grandes áreas monetarias y a la 'resistencia' de las economías emergentes, indicó.

'Los riesgos han disminuido para la zona euro durante el pasado año, pero persiste en recesión', según el G8, que apuntó que Estados Unidos sigue recuperándose y reduciendo su déficit hacia el objetivo de generar crecimiento económico.

Los líderes de los países ricos señalaron que las políticas fiscales deben responder a las distintas circunstancias de cada país y que el ritmo de consolidación fiscal debe ser 'diferenciado' según las diferentes situaciones económicas.

Los líderes del G8, bajo la presidencia del Reino Unido, concluirán mañana dos días de reuniones centradas en la manera de reforzar la lucha contra el fraude y la evasión fiscal, la marcha de la economía global y conflictos internacionales como Siria.

Protestas

Un millar de activistas protestaron hoy contra la evasión y el fraude fiscal y reclamaron una mayor atención a la lucha contra la pobreza en el mundo por parte de los países del G8.

Los manifestantes reclamaron a los líderes de las naciones más industrializadas del planeta (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia) mayor interés por asuntos como la pobreza y en contra del capitalismo.

Las autoridades policiales determinaron un cordón de seguridad en torno al centro hotelero de lujo donde el primer ministro británico, David Cameron, ha recibido como anfitrión a los demás jefes de Estado o de Gobierno del G8, y la protesta se desarrolló sin incidente alguno.

También hubo protestas por el elevado coste de la organización de la reunión, en torno a unos 60 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno británico, anfitrión de esta cumbre del G8, defendió ese gasto de la operación de seguridad desplegada para proteger a los líderes del G8.

El dispositivo de seguridad es uno de los mayores en la historia del Reino Unido y la provincia británica y, de momento, se estima que ha costado casi 60 millones de euros, una cantidad que está 'bien gastada', según afirmó la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.

Más de 8.000 policías velan por la seguridad de la cumbre del G8 que tiene lugar en el lujoso complejo hotelero de Lough Erne, próximo a Enniskillen, donde la amenaza podría provenir de manifestantes violentos o de grupos disidentes del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Según fuentes del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), de momento solo se han producido dos arrestos relacionados con la cumbre, uno de ellos en Belfast y el otro en Enniskillen, si bien las fuerzas del orden no han ofrecido más detalles al respecto.

'La amenaza terrorista continúa siendo severa. Todos sabemos que a los disidentes les gustaría perpetrar un ataque cuando los medios de comunicación de todo el mundo están en Irlanda del Norte', aseguró Villiers.

En su opinión, el hecho de que estas escisiones del IRA, opuestas al proceso de paz, no hayan podido hacerlo demuestra 'el buen trabajo efectuado por el PSNI', que ha celebrado el carácter festivo y pacífico de los actos de protesta organizados en la provincia británica. Aunque el coste final del dispositivo de seguridad será detallado después de la cumbre, se estima que podría ser más alto de lo previsto.

Villiers consideró que la provincia aprovechará los beneficios generados por la cumbre y señaló que 'no tiene precio poder mostrar al mundo la belleza de Irlanda del Norte'. Además la organización Oxfam denunció que mientras los líderes del G8 están reunidos hoy y mañana, unos 2.200 millones de dólares habrán salido desde países en desarrollo para ir a parar a paraísos fiscales, y una porción de terrenos equivalente a la mitad de Manhattan (Nueva York, Estados Unidos) estarán en manos de inversores extranjeros.

Oxfam pidió al G8 que paralice ese tipo de operaciones y acabe con las lagunas legales en cuanto a fiscalidad, ya que perjudican a las comunidades más vulnerables que pierden sus casas y sus terrenos agrícolas, en muchas ocasiones sin obtener compensaciones o de forma violenta.

'El G8 debe cambiar las reglas de modo que ninguna corporación ni un individuo rico evite pagar los impuestos que le corresponden, y también evitar que compañía alguna pueda quedarse con la tierra de las familias más pobres sin afrontar unas consecuencias', señaló el director ejecutivo de Oxfam, Jim Clarken.

Esta organización estimó recientemente en 18.500 millones de dólares la cantidad de dinero que los más ricos tienen en paraísos fiscales, de los que el 40 % están dentro de la jurisdicción de los países del G8.