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El Papa suplica por la paz en Siria, Malí y Nigeria

  • 08 abril 2012 /

El papa Benedicto XVI pidió que en Siria cese el derramamiento de sangre.

El papa Benedicto XVI suplicó paz y reconciliación para el mundo y en particular para Siria, Tierra Santa y África tras celebrar ayer en la plaza de San Pedro la misa de Pascua, la principal fiesta del cristianismo a la que asistieron unas 100,000 personas.

“Que en Siria cese el derramamiento de sangre y se emprenda sin demora la vía del respeto, del diálogo y de la reconciliación, como auspicia también la comunidad internacional”, clamó el Papa durante su mensaje “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo”) pronunciado desde el balcón de la basílica de San Pedro.

La situación en Siria, país azotado desde hace ya más de un año por revueltas populares duramente reprimidas por el régimen de Bashar el Asad, se ha agravado con el éxodo de miles de personas que huyen hacia Turquía, Líbano y Jordania.

“Que los numerosos prófugos provenientes de Siria y necesitados de asistencia humanitaria encuentren la acogida y solidaridad que alivien sus penosos sufrimientos”, exhortó el Papa.

En su mensaje, pronunciado al término de la solemne misa celebrada en la plaza de San Pedro, el pontífice condenó también “las discriminaciones y persecuciones” que padecen los cristianos, en particular en Medio Oriente.

“Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para las comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe, por discriminaciones y persecuciones”, dijo.
No más conflictos

Como es tradición con ocasión de la Pascua, el Papa instó a la comunidad internacional a movilizarse contra las guerras y conflictos que azotan al planeta y reiteró que la Iglesia “está cercana a cada situación humana de sufrimiento e injusticia”, dijo.

Al enumerar los conflictos más graves, el pontífice se refirió de nuevo a Tierra Santa y pidió que “israelíes y palestinos reemprendan el proceso de paz”.

La oficina de prensa del Vaticano confirmó que el Papa realizará del 14 al 16 de septiembre próximos su primera visita a Líbano y segunda a Oriente Medio, después de haber viajado en 2009 a Jordania, Israel y los territorios ocupados.

El pontífice mencionó también la grave situación que atraviesa Malí, donde una junta golpista se ha comprometido a traspasar en dos semanas el poder a los civiles, cuya prioridad será intentar pacificar el norte del país, en manos de rebeldes tuaregs e islamistas.

“Que a Malí, que atraviesa un momento político delicado, Cristo glorioso le dé paz y estabilidad”, dijo, tras condenar luego la violencia en Nigeria, “escenario en los últimos tiempos de sangrientos atentados terroristas” y donde ayer explotó una bomba frente a una iglesia en la ciudad de Kaduna dejando al menos 20 muertos y numerosos heridos.

“Que la alegría pascual le infunda las energías necesarias para recomenzar a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la libertad religiosa de sus ciudadanos”, agregó.

Vestido con hábitos litúrgicos dorados, en señal de fiesta, el Papa ofició ante cardenales y obispos la misa del domingo de Pascua en una plaza resplandeciente por el sol y adornada con más de 40,000 flores enviadas de Holanda, entre ellas 1,000 orquídeas blancas.

El pontífice, que acaba de festejar siete años de pontificado y que cumplirá 85 años de edad, parecía en buen estado físico.

Benedicto XVI pronunció su mensaje en italiano, poco antes de dar la bendición a todos los católicos del mundo, durante la cual deseó “feliz pascua” en 65 idiomas, entre ellos árabe, japonés y guaraní.

“Os deseo a todos una buena y feliz fiesta de Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y el amor de Jesucristo Resucitado”, dijo en español. AFP