Washington, Estados Unidos.
La muerte de un joven negro ha desatado caos en una pequeña ciudad del estado de Misuri, el cual ya se traslada a las grandes ciudades como Miami y Los Ángeles, reavivando el fantasma del racismo en Estados Unidos.
Rifles de asalto apuntando a civiles y policías en vehículos blindados: para contener a los manifestantes en Ferguson, la Policía sacó la artillería pesada y mostró la militarización de las fuerzas del orden en EUA.
El propio presidente Barack Obama advirtió a la Policía contra un “uso excesivo de la fuerza contra manifestaciones pacíficas”.
Tensión racial
Desde la muerte el sábado de Michael Brown, un joven negro desarmado abatido por el disparo de un policía blanco, el enojo de los manifestantes de Ferguson, un suburbio de St. Louis, se ha transformado en disturbios urbanos.
Pero es la respuesta de la Policía la que ha escandalizado a la ciudadanía.
Obama intervino ayer al pedir transparencia y paz en la ciudad de Ferguson, sacudida por la violencia desde el fin de semana.
La pequeña ciudad tuvo el miércoles su quinta noche de protestas por esa muerte, que reavivó el delicado debate del racismo en Estados Unidos.
El mandatario consideró que la Policía tenía “la responsabilidad de ser transparente” acerca de lo que realmente había ocurrido cuando Michael Brown, de 18 años, fue abatido por un policía. “Ahora es momento de paz y calma en las calles de Ferguson”, dijo Obama a la prensa.
El mandatario subrayó asimismo que no había “ninguna excusa” para recurrir a la violencia contra los policías.
Según la cadena CNN y otros medios locales, la Policía antimotines cargó contra los manifestantes cerca de una gasolinera incendiada, donde estos se habían reunido, en un suburbio de esta ciudad.
Las imágenes mostraron a los manifestantes entre gases lacrimógenos y bombas de humo. La Policía recurrió también al uso de granadas ensordecedoras, según el diario St. Louis Post-Dispatch.
Las fuerzas del orden fueron ampliamente desplegadas y los policías, visiblemente tensos, estaban fuertemente equipados y más tarde fueron relevados por la Policía estatal.
Protestas en Florida
En Miami, medio centenar de personas protestaron ayer contra la violencia policial tras la muerte de Brown, pero también para pedir justicia a un año de que el artista colombiano Israel Hernández, de 18 años, muriera al recibir una descarga eléctrica de una pistola Taser de un agente de la Policía de Miami Beach, sin que haya sancionados hasta el momento.
“Necesitamos que se investiguen todas las muertes. Tenemos un problema nacional de la Policía matando a nuestros jóvenes latinos y afrodescendientes”, dijo la estudiante venezolana Daniela Saczek, una de las manifestantes en Florida.
La muerte de un joven negro ha desatado caos en una pequeña ciudad del estado de Misuri, el cual ya se traslada a las grandes ciudades como Miami y Los Ángeles, reavivando el fantasma del racismo en Estados Unidos.
Rifles de asalto apuntando a civiles y policías en vehículos blindados: para contener a los manifestantes en Ferguson, la Policía sacó la artillería pesada y mostró la militarización de las fuerzas del orden en EUA.
El propio presidente Barack Obama advirtió a la Policía contra un “uso excesivo de la fuerza contra manifestaciones pacíficas”.
Tensión racial
Desde la muerte el sábado de Michael Brown, un joven negro desarmado abatido por el disparo de un policía blanco, el enojo de los manifestantes de Ferguson, un suburbio de St. Louis, se ha transformado en disturbios urbanos.
Pero es la respuesta de la Policía la que ha escandalizado a la ciudadanía.
Obama intervino ayer al pedir transparencia y paz en la ciudad de Ferguson, sacudida por la violencia desde el fin de semana.
La pequeña ciudad tuvo el miércoles su quinta noche de protestas por esa muerte, que reavivó el delicado debate del racismo en Estados Unidos.
El mandatario consideró que la Policía tenía “la responsabilidad de ser transparente” acerca de lo que realmente había ocurrido cuando Michael Brown, de 18 años, fue abatido por un policía. “Ahora es momento de paz y calma en las calles de Ferguson”, dijo Obama a la prensa.
El mandatario subrayó asimismo que no había “ninguna excusa” para recurrir a la violencia contra los policías.
Según la cadena CNN y otros medios locales, la Policía antimotines cargó contra los manifestantes cerca de una gasolinera incendiada, donde estos se habían reunido, en un suburbio de esta ciudad.
Las imágenes mostraron a los manifestantes entre gases lacrimógenos y bombas de humo. La Policía recurrió también al uso de granadas ensordecedoras, según el diario St. Louis Post-Dispatch.
Las fuerzas del orden fueron ampliamente desplegadas y los policías, visiblemente tensos, estaban fuertemente equipados y más tarde fueron relevados por la Policía estatal.
Protestas en Florida
En Miami, medio centenar de personas protestaron ayer contra la violencia policial tras la muerte de Brown, pero también para pedir justicia a un año de que el artista colombiano Israel Hernández, de 18 años, muriera al recibir una descarga eléctrica de una pistola Taser de un agente de la Policía de Miami Beach, sin que haya sancionados hasta el momento.
“Necesitamos que se investiguen todas las muertes. Tenemos un problema nacional de la Policía matando a nuestros jóvenes latinos y afrodescendientes”, dijo la estudiante venezolana Daniela Saczek, una de las manifestantes en Florida.
