25/04/2024
09:40 PM

Cierran los primeros colegios electorales en Estados Unidos

  • 06 noviembre 2012 /

EUA abre una nerviosa velada electoral para saber si gana Obama o Romney.

Elecciones en Estados Unidos 2012

Unos 200 millones de estadounidenses estaban llamados este martes a reelegir al presidente Obama para un nuevo periodo de cuatro años o llevar a la Casa Blanca a su rival republicano Mitt Romney.

Reuniendo sumas de seis cifras en fiestas con estrellas de Hollywood, magnates o pequeños aportes a través de los teléfonos inteligentes (smartphones), el presidente Barack Obama, el republicano Mitt Romney y los candidatos al Congreso han pulverizado los récords de gastos de campaña.

Según una estimación del Centro de Respuesta Política (CRP), los aspirantes a la Casa Blanca gastaron 2.600 millones de dólares.

Obama superó a Romney en lo que respecta a contribuciones individuales: para fines de octubre había reunido 645 millones de dólares, contra 413 millones del republicano.

Pero según CRP, Romney superaba al mandatario si se considera la globalidad de los aportes, desde comités de acción política y otros grupos que impulsaron a los candidatos en forma indirecta.

Sorprendentemente, el gasto de la carrera presidencial es menor al registrado en la campaña de 2008, que ascendió a 2.800 millones de dólares.

Estados Unidos abre una nerviosa velada electoral para saber si gana Obama o Romney

Estados Unidos abrió este martes una nerviosa velada electoral para averiguar si su próximo presidente será el demócrata saliente Barack Obama o su rival republicano Mitt Romney, ambos prácticamente empatados tras una reñida campaña hasta el último aliento.

Mesas electorales en seis estados cerraron con unos resultados provisionales acorde a las previsiones: Romney se llevó Indiana y Kentucky, tradicionalmente republicanos, Obama se llevó Vermont, demócrata, según televisoras.

En esa primera ronda de estados se hallaba Virginia, estado indeciso, que podría dar una indicación del resto de la velada, mientras en el resto del país las colas de votantes eran largas y a veces tensas.

Los dos candidatos pelearon el voto para una elección que presentaron como decisiva para el rumbo del país.

Obama, de 51 años, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, pedía el voto por teléfono a votantes indecisos desde Chicago.

Romney, de 65 años, exgobernador de Massachusets (noreste), acudió a Ohio y Pensilvania para dos últimos mítines, para luego regresar a Boston con un discurso de victoria listo en el bolsillo.

Cuatro años después de su rotundo triunfo, Obama pedía un mandato más para enterrar totalmente la crisis económica, instaurar su gran reforma sanitaria y retirar a las tropas de Afganistán en 2014.

Romney, que dio un giro moderado a su mensaje conservador, intenta frustrar esos planes con una agenda arriesgada, centrada en los recortes generalizados de impuestos y del gasto público.

Ambos lucieron emocionados y cansados en el último tramo electoral, tras una agotadora campaña que representó un gasto de 6.000 millones de dólares para republicanos y demócratas, en plena recuperación económica.

Obama confesó cierto 'nerviosismo' pero se manifestó confiado de haber hecho una buena campaña hasta el final.

Romney reconoció que se sintió ya 'emocionalmente' ganador al ser recibido por sus simpatizantes.

'Acabo de terminar de escribir mi discurso de victoria. Tiene unas 1.118 palabras', aseguró a reporteros.

'Soy muy optimista, no solamente por los resultados sino también sobre el futuro de Estados Unidos', había afirmado en Cleveland, Ohio, donde visitó un local de voluntarios republicanos.

Horas antes Obama había hecho lo mismo, al acudir por sorpresa a un local de su campaña en Chicago, para ayudar a llamar a los últimos indecisos.

'Hola, ¿hablo con Annie? Soy Barack Obama', dijo al teléfono ante la prensa. Al colgar, señaló: 'Fue muy simpática, aunque al principio no tenía idea de quién le hablaba'.

Luego se fue a jugar a baloncesto, su ritual cada vez que hay elecciones, esta vez con dos antiguas estrellas de la NBA.

En el voto popular, los sondeos dan a Romney y Obama casi empatados, pero la elección se dirime de forma indirecta, mediante un Colegio Electoral de 538 integrantes elegidos estatalmente.

Obama parte con una ligera ventaja, y además es favorito, aunque por muy poco, en los entre ocho y once estados indecisos, según un promedio de sondeos publicado por el sitio RealPolitics.com.

La participación se anunciaba récord por ejemplo en Florida, un estado indeciso donde el voto hispano puede inclinar la balanza.

Más de 30 millones de estadounidenses ya habían votado anticipadammente antes de esta jornada.

'Necesitamos alguien que sepa de negocios, que reactive esta economía', dijo a la AFP Ulises Calzadilla, un jubilado de 75 años, al explicar su voto por Romney en Florida.

Estrella del Sol, una cubana 52 años, votaba por primera vez en su país de adopción. 'Llegué a las 3 de la mañana de la emoción, porque es la primera vez que voy a votar. Vine a votar por Obama', dijo.

Unos 12,2 millones de hispanos, la primera minoría de Estados Unidos con más de 50 millones de integrantes, podrían acudir a las urnas, lo que significaría un nuevo récord de participación tras los comicios de 2008, en la que dos tercios optaron por Obama.

Un difícil parto electoral

Algunas acusaciones esporádicas de fraude salpicaron la jornada, y también anécdotas entrañables. En Dalton (Illinois, norte), Galicia Malone, una embarazada de 21 años, votó entre las primeras contracciones.

'Nunca he votado en mi vida', contó la mujer a la radio WBBM, 'quería que mi hija se inspirara', agregó. En Los Angeles, una banda de mariachis recorrió las calles del distrito hispano de Sun Valley para instar a votar.

Nueva York y Nueva Jersey representaban el punto oscuro de esta jornada de movilización política, tras el desastre causado por la supertormenta Sandy, que obligó a cancelar centenares de mesas.

En Hoboken, una de las ciudades de Nueva Jersey (este) más golpeadas, la impaciencia dominó en largas filas de espera.

'Es inaceptable. Ayer cuando llamé a la alcaldía me dijeron que fuese a mi centro de voto habitual', dijo Adora Agim, una ingeniera de 38 años, en la cola de espera durante 40 minutos, tras haber tenido que cambiar de destino para votar.

La elección se produce en plena pero frágil recuperación económica.

Obama, con una popularidad mucho más discreta que hace cuatro años, clama que durante su presidencia la situación pudo haber sido peor, y que su trabajo no ha concluido.

Romney, que acusa al presidente de no haber cumplido sus promesas, asegura que su experiencia de hombre de negocios y de gobernante es la idónea para el país.

El electorado se entusiasmó progresivamente con la elección, pero está claramente cansado de las agrias peleas entre republicanos y demócratas.

Los estadounidenses renuevan también este martes a su Cámara de Representantes (435 escaños), dominada por los republicanos y un tercio (33) de su Senado, en manos demócratas. Los sondeos indican que esa configuración podría quedarse sustancialmente igual, un testimonio del clima político en el país.

Obama podría volver a hacer historia en el mismo día en que se cumple 152 años de la elección de uno de sus ídolos, Abraham Lincoln (1861-1865), victorioso en la guerra civil y liberador de los esclavos.

Romney, de triunfar, sería el primer mormón que se convierte en presidente de Estados Unidos.

El gran salto en el gasto se dio en las centenares de campañas por bancas en el Congreso, especialmente para el Senado, donde cerradas contiendas plantean la posibilidad de que los demócratas pierdan su mayoría en la Cámara alta.

Con todo, la cuenta asciende a 40 dólares por voto, sobre la base de la participación de 2008, 57% de la población en edad de votar.

Lo que los votantes obtuvieron, como lo comprendieron más que otros los residentes en los estados clave como Nevada, Florida y Ohio, ha sido un tsunami de avisos publicitarios en sus aparatos de TV, radios, cuentas de correo electrónico y de Twitter.