Colombia.
Una superstición marginó a las mujeres largo tiempo de las minas en Colombia. Hace 30 años Rosalba Cañón de 63 años llegó a la localidad andina de Muzo, conocida como la capital mundial de las esmeraldas por la calidad de las gemas.
En esa época no podía trabajar en los túneles por la creencia de que las mujeres traían mala suerte.
Incluso se decía que las esmeraldas se escondían cuando las mujeres entraban, entonces debían buscar en los desechos de los socavones.
Por eso, Rosalba se une a decenas de guaqueros, o cazadores de fortuna, que buscan piedras preciosas en la corriente quebrada de Las Ánimas.
'La ilusión es de que mi diosito (Dios) en la pala me dé una esmeralda, esa es la ilusión más grande. Pero como todos no tenemos la misma suerte, hay unos con suerte, hay otros sin suerte', dijo Rosalba Cañón, Guaquera de Colombia.
En 2015 Colombia, que es uno de los mayores productores mundiales de esmeraldas, eliminó una normativa que restringía el acceso formal de las mujeres a la minería pero Rosalba ya era muy vieja para ingresar a la industria formal.
Otras mujeres como Saida Cañizales, de 40 años, aprovecharon el fin del veto y ahora es la única mujer entre 18 supervisores de seguridad de Mining Texas Colombia.
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'Se siente muy bien (trabajar al interior de una mina) es como la satisfacción de poder hacer un trabajo que también ha sido realizado por hombres siempre', añadió Saida Canizales, supervisora de seguridad de MTC.
Adriana antes buscaba esmeraldas con los guaqueros con la ilusión de sostener a su familia,. Recuerda que ganaba entre 66 y 167 dólares al mes… ahora su sueldo es de unos 630 dólares, más del doble del salario mínimo.
Para ellas no importa si hay que descender hasta 140 metros donde la temperatura alcanza los 35 grados con 90% de humedad.
Los empleadores de la industria de la esmeralda que produjo más de dos millones de quilates en 2016 están contentos con el trabajo de las mujeres.
Según la Agencia Nacional de Minería La industria de la esmeralda dejó 148 millones de dólares en exportaciones en 2016. Y desde hace poco permite a las mujeres soñar con un mejor porvenir que por muchos años se les había negado. Texto, foto y video de AFP.
