Tokio, Japón.
Es tal vez una de las celebraciones más peculiares del mundo: el Kanamara Matsuri, o festival del pene de metal.
Decenas de miles de personas participaron el domingo, como cada año, de este festival que se celebra en Kawasaki, una localidad residencial pegada a Tokio.
Acuden para rezar por la buena fortuna, para que los dioses los protejan, pero sobre todo para tener muchos hijos.
“Este festival es un lugar para desear hijos, tener la mayor cantidad posible de hijos”, dijo Natsuki, maestra preescolar.
Mira: La ciudad de Palmira, antes y después del EI
Es tal vez una de las celebraciones más peculiares del mundo: el Kanamara Matsuri, o festival del pene de metal.
Decenas de miles de personas participaron el domingo, como cada año, de este festival que se celebra en Kawasaki, una localidad residencial pegada a Tokio.
Acuden para rezar por la buena fortuna, para que los dioses los protejan, pero sobre todo para tener muchos hijos.
“Este festival es un lugar para desear hijos, tener la mayor cantidad posible de hijos”, dijo Natsuki, maestra preescolar.
Mira: La ciudad de Palmira, antes y después del EI
Aquí se pueden encontrar todo tipo de objetos fálicos, desde llaveros hasta bombones, pero también esculpir vegetales… por supuesto con forma de pene.
“Todas estas personas esculpiendo rábanos con forma de falos representan varios deseos como tener hijos, estar protegido contra enfermedades de transmisión sexual, proteger a la familia, conocer a alguien…”, añadió Akemi Masuguchi, jubilada.
Los fondos recolectados en las ventas de productos se destinarán a la investigación sobre el sida. Texto, foto y video de AFP.