El papa Francisco defendió hoy en el Vaticano que la salud 'no es un bien de consumo, sino un derecho universal' y por tanto, el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un 'privilegio de unos pocos'.
'La salud es negada en diversas partes del mundo y en muchas regiones de África. No es un derecho para todos, más bien a veces es un privilegio para unos pocos, para aquellos que pueden permitírselo', lamentó el papa Francisco durante una audiencia celebrada en el Vaticano con profesionales y voluntarios del ámbito sanitario.
'El acceso a los servicios sanitarios, a las curas y a los fármacos es todavía un milagro. Los más pobres no pueden pagar y son excluidos de los servicios hospitalarios, incluso de los esenciales y primarios', agregó.
En el ámbito religioso, Francisco hizo un llamamiento para que la Iglesia no sea una 'super clínica VIP', sino un 'hospital de campo', una Iglesia 'con un corazón enorme, cercana a tantos heridos y humillados en la historia, al servicio de los más pobres'. Texto y foto de EFE.