Texas, Estados Unidos.
El joven hispano Daniel López fue ejecutado con una inyección letal este miércoles pasadas las 6:00 de la tarde en una cárcel de Huntsvilleen en Texas, Estados Unidos.
'Espero que la ejecución ayude a mi familia y también la de las víctimas', dijo López de forma tranquila y rápida'. Luego pidió perdón por las cosas que hizo, 'Los amo. Estoy listo. Que todos podamos ir al cielo', concluyó.
Luego que la inyección hizo efecto, Daniel repiró profundamente dos veces, despúes dos veces menos profundas. Acto seguido dejó de moverse.
Fue declarado muerto a las 6:31, 15 minutos despúes de que la dosis letal inició.
López, de 27 años, fue condenado a pena de muerte tras atropellar en 2009 al policía Stuart Alexander, de 47 años, que falleció al instante. Los hechos se dieron tras una persecución policial que comenzó cuando otro agente intentó detener al joven que se saltó una señal de alto en Corpus Christi. López llevaba en su auto doce paquetes de cocaína.
Los abogados del hispano cuestionaron la decisión del tribunal federal al señalar que no debió haber sido condenado a muerte, porque no tuvo intención de matar a Alexander.
Sin embargo, el joven fue considerado como un voluntario de la pena de muerte, como se conoce a los condenados a los que un tribunal concede su petición formal de renunciar a futuras apelaciones. 'No le veo el punto a esperar 20 años a que finalmente decidan ejecutarme', dijo el reo en una entrevista.
Pero a pesar de la clara voluntad expresada por López sus abogados siguieron intentando salvarlo y argumentaron que el joven tenía una historia de enfermedad mental y varios intentos de suicidio.
Los letrados presentaron este miércoles una apelación a la Corte Suprema de Estados Unidos para que la ejecución sea postergada, según informes de la prensa estadounidense, sin embargo no fue aceptada.
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López se convirtió en el décimo preso ejecutado este año en Texas y el número 19 en todo Estados Unidos.
