Caracas, Venezuela.
La caída continuada del precio del barril de petróleo ha puesto contra las cuerdas a un país que depende casi exclusivamente de las exportaciones de crudo para subsistir. En declaraciones a Diario La Prensa, el economista venezolano Luis César Oliveros asegura que de los países productores de petróleo Venezuela es el que está 'más nervioso'.
El 96% de las divisas que ingresa Venezuela son producto de la venta de petróleo. Por cada dólar que cae el precio del barril, el Estado deja de ingresar entre 600 y 800 millones de dólares, según los estudios.
En un país que importa el 70% de los alimentos, el horizonte presenta una situación “sumamente complicada” en palabras de Oliveros.
Al límite
El economista defiende que el barril debería rondar los 120-125 dólares para asegurar el equilibrio de la economia. “Hay un desorden fiscal muy importante”, asegura.
Actualmente, el precio ronda los 80 dólares tras perder un 30% del valor desde junio. “Eso supone pérdidas de 3,600-4,000 millones de dólares, un golpe importante', añade.
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Hay diversidad de opiniones sobre el límite al que podría llegar Venezuela. Para Oliveros, “cualquier precio debajo de 70 dólares sería catastrófico”. Las previsiones apuntan a que el barril rondará los 75-80 dólares los próximos meses. Eso no implica que el Estado esté salvado.
Reformas necesarias
Un precio bajo del crudo empeorará la escasez ya patente en el país en algunos productos de alimentación y medicinas. Para el economista, Maduro está obligado a emprender reformas, pero se encuentra en una encrucijada. En 2015, el país enfrenta elecciones parlamentarias claves para mantener el poder.
“El Gobierno tiene dos opciones: no hacer nada y ver qué pasa o tomar medidas que lo hagan perder la popularidad”, afirma Oliveros. Si bien reconoce que se han tomado algunas medidas como 'disminuir las importaciones privadas o el acceso privado a dólares' lamenta que “en año electoral no tocará las ayudas ni la nómina de los funcionarios”.
El pasado lunes, sin embargo, sonaron las primeras tímidas campanas de cambio. Durante el primer Congreso de la Clase Trabajadora, Maduro aceptó la 'propuesta” de los obreros de “sincerar” el precio de la gasolina. “Es un tema sensible que ya estoy evaluando”, aseguró. Los subsidios al combustible le suponen unas pérdidas al estado de unos 12,000 millones de dólares al año.
 Maduro saluda a los asistentes al Primer Congreso de la Clase Obrera.
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El canciller Rafael Ramírez terminó esta semana una gira por países como Catar, Argelia, Irán y Rusia. El objetivo: convencerlos de hacer frente común y pactar una reducción de la producción que vuelva a aumentar el precio del barril.
Oliveros no cree que el plan tenga efecto: “La clave es Arabia Saudí y no están para la labor. Maduro no es Chávez, no tiene la misma influencia. Solo Irán estaría dispuesto a ayudarnos, pero está sujeto a un régimen durísimo de sanciones; no puede rebajar más la producción”.
La OPEP tiene previsto reunirse el próximo 27 de noviembre. De lo que se decida en el encuentro puede depender el bienestar de muchos miles de venezolanos y el porvenir del chavismo.
