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Corea del Sur, exportando música K-pop y telenovelas

  • 10 septiembre 2016 /

El nuevo giro surge tras el estancamiento de las ventas de productos como los vehículos y los teléfonos inteligentes.

Seúl, Corea del Sur

Corea del Sur busca aumentar las ventas de sus productos culturales fuera de Asia para suplir el estancamiento en las exportaciones de vehículos y teléfonos inteligentes de última generación, un nicho que la undécima economía del mundo considera que comienza a agotarse.

El pasado octubre, cinco jóvenes integrantes de la exitosa banda surcoreana Big Bang convocaron a 16,000 seguidores en un concierto en Ciudad de México, donde demostraron que el K-pop, el pop electrónico de origen surcoreano, empieza a ser un fenómeno global.

Las fronteras físicas, culturales y lingüísticas no han impedido que el K-pop y las producciones televisivas dejen de ser una moda meramente asiática y se popularicen en lugares como Argentina, donde se celebró en julio la versión latina del K-pop World Festival, o Canadá, uno de los países en los que el fenómeno comienza a tener más éxito, según los datos de las autoridades del país.

Foto: La Prensa

Dos creaciones de ese país tienen una gran acogidaen América: la música K-pop y las telenovelas.
Las exportaciones surcoreanas relacionadas con la denominada ‘ola coreana’ (cultura contemporánea de Corea del Sur) alcanzaron en 2015 los 8 billones de wones (unos 7,150 millones de dólares), lo que supone un aumento del 2.2% respecto al año anterior y contrasta con la caída de un 8% registrada en el conjunto de exportaciones del país asiático. El término ‘ola coreana’ (“Hallyu” en coreano) fue acuñado a final de la década de los noventa del siglo pasado por la prensa china, para referirse a la popularidad que estaban ganando las telenovelas surcoreanas en el país asiático y, desde entonces, su crecimiento ha sido imparable.

Por ejemplo, la exportación de películas coreanas se disparó en 2015 un 222 por ciento respecto a 2014, mientras que la de las series de televisión y la música creció un 30,7 por ciento cada una, según datos publicados por el Gobierno. “Es el momento de que la producción coreana, que tiene mucho potencial, se expanda. Tenemos que mirar fuera e internacionalizarnos, ya que nuestro obstáculo es que la demanda nacional es pequeña”, explicó en una entrevista con medios internacionales Kang Myung-shin, directora del centro de Convergencia Cultural de Corea del Sur, un organismo de apoyo a nuevos creadores.

Parque temático

Para ello, Corea del Sur construye al norte de la capital, Seúl, un gigantesco parque temático de 302,000 metros cuadrados dedicado al K-pop y a las series de televisión nacionales que estará terminado en torno a 2019.

Este complejo, cuya construcción comenzó el pasado mes de mayo, ofrecerá conciertos del exitoso género K-pop “365 días al año”, clases de maquillaje para promocionar la potente industria cosmética del país, espectáculos de gestas históricas o simuladores de realidad virtual, detalló un portavoz del K Valley.

El K Valley será un escaparate de la cultura coreana y atraerá, según sus estimaciones, a unos 5 millones de visitantes al año, la mayor parte de ellos procedentes de China, Japón y los países del sudeste asiático.

Foto: La Prensa

Corea del Sur construye al norte de la capital, Seúl, un gigantesco parque temático de 302,000 metros cuadrados dedicado al K-pop.
Con Psy comenzó todo

Con ensayadas coreografías, estilismos que incluyen pantalones pitillo, gorras y estampados de leopardo y un aspecto andrógino y musculado, los miembros de Big Bang entonan sus canciones enlatadas en escenarios de todo el mundo. Sin embargo, antes de que esta banda masculina alcanzara el éxito, el rapero Psy puso a Corea del Sur en el mapa cultural y mediático gracias a las 2,500 millones de reproducciones en Youtube que registró su canción Gangnam Style, que llegó a ser el vídeo más visto de la plataforma.

Gangnam Style, lanzada en el año 2012, se convirtió en el primer video de la historia en alcanzar los 1,000 millones de visionados en Youtube, aunque la canción se alejaba de los estereotipos del K-pop y era una parodia sobre lo que significa ser rico en la hiperdesarrollada Corea del Sur.

Detrás de los éxitos surcoreanos se encuentran las agencias de talentos del país asiático, en donde la disciplina, el trabajo y el esfuerzo son valores muy arraigados en la sociedad. EFE