Al hablar sobre vigilancia de fronteras en Estados Unidos, normalmente se asocia esta labor con lo que sucede en su frontera sur con México, pero la misma situación se puede producir en la frontera norte, con Canadá, como lo ilustra la experiencia de una joven turista.
Lo que comenzó como un inocente paseo por la playa se convirtió en una pesadilla migratoria para la joven Cedella Roman, una francesa de 19 años que había llegado a Canadá para visitar a su madre, quien reside en White Rock, localidad del oeste canadiense cercana a la ciudad de Vancouver.
A medida que Roman recorría la playa, poco a poco y sin darse cuenta, se iba acercando a la frontera con los Estados Unidos, hasta que finalmente la cruzó y, de paso, convirtiéndose automáticamente en inmigrante ilegal.
La joven se dio cuenta de su situación hasta dos agentes fronterizos se le acercaron y le informaron que había cruzado ilegalmente hacia los Estados Unidos.
Roman trató de explicar que no había cruzado a propósito, alegando que no había visto ninguna señal que le advirtiera de la cercanía del punto fronterizo.
La situación se complicó cuando los agentes le pidieron una identificación que la joven no portaba en ese momento, lo que la convertía no solo en inmigrante ilegal, sino también en indocumentada.
De modo que los agentes llevaron a la joven a un centro de detención a más de 200 kilómetros de donde había ocurrido cruce ilegal.
Una vez bajo custodia, Roman llamó a su madre para contarle lo ocurrido, por lo que esta tuvo que presentarse ante las autoridades estadounidenses con la documentación que demostraba que su hija se hallaba legalmente en Canadá.
Aún así, la joven tuvo que pasar dos semanas recluida en el centro de detención en tanto las autoridades se ponían de acuerdo sobre su retorno a Canadá.
La historia fue recogida por el diario británico The Guardian, quien consultó con las autoridades estadounidenses sobre el caso, quienes se limitaron a enfatizar que cualquier persona que cruce ilegalmente a los Estados Unidos será considerado como indocumentado y será tratado como tal.
Entre tanto Cedella Roman se encuentra de vuelta en Canadá, pero ahora se pregunta si podrá volver a entrar sin problemas en Estados Unidos, o si este incidente ya manchó para siempre en su historial migratorio.
