27/04/2024
11:04 PM

'No os preocupéis, papá, mamá”: cartas de niños atrapados en cueva

Las autoridades tailandesas aseguraron ayer que ven “condiciones favorables” para proceder al rescate de los doce niños y el entrenador.

    Tailandia.

    “No os preocupéis, papá, mamá”. Desde un promontorio rodeado de agua en el fondo de una cueva de Tailandia, en la que llevan dos semanas atrapados, los niños escribieron a sus padres cartas cargadas de emoción.

    “Os quiero, papá, mamá y mi hermana. No hace falta que os preocupéis por mí”, escribe Pheeraphat, que firma con su apodo, “Night”.

    “Papá y mamá te esperan para celebrar tu cumpleaños. Recupérate pronto. Sé que tú puedes hacerlo”, le habían escrito sus padres. Su hijo, portero del equipo “Jabalíes salvajes”, cumplió 16 años bajo tierra, el 23 de junio.

    “Estoy tan feliz de haber visto su carta, su letra”, reaccionó Supaluk Sompiengjai, madre de Pheeraphat.

    La marina tailandesa las publicó tras varios días sin difundir un video de los niños.

    “¡Qué más da cuánto tiempo hay que esperar, mientras esté bien!”, añade la madre de Pheeraphat, que vive en una aldea de la provincia de Mae Sai, en el norte de Tailandia, en la frontera con Birmania.

    Los menores se encuentran estables.
    Volveré

    “No os preocupéis, papá y mamá. Hace dos semanas que me fui pero volveré para ayudaros en la tienda”, escribió Ekkarat firmando con su apodo, Bew. Sus padres tienen un negocio de ultramarinos.

    Además de estos mensajes esperanzadores, los niños relatan las difíciles condiciones de vida en la cueva, donde duermen bajo mantas isotérmicas y comen raciones de supervivencia llevadas por los buzos, que tardan seis horas en llegar hasta ellos.

    “Estoy bien, pero hace un poco de frío aquí. No os preocupéis por mí. No olvidéis de prepararme una fiesta de cumpleaños”, dice otro niño, Duangphet, firmando con su apodo, Dom.

    El entrenador de fútbol escribió una carta de disculpas. “Gracias por todo el apoyo moral, pido perdón a todos los padres”, dijo Ekkapol Chantawong, de 25 años.

    El sentimiento de culpabilidad del entrenador está en el centro de los debates del país, blanco de críticas por haber llevado a los niños a una cueva que se podía inundar durante las lluvias del monzón.

    Los rescatistas evalúan las estrategias.
    Rescate

    Las autoridades aseguraron ayer que ven “condiciones favorables” para proceder al rescate.

    El receso en el nivel de las inundaciones en la caverna y la recuperación de fuerzas por parte de los niños, después de resistir sin comer durante varios días, son factores que evalúan los equipos de salvamento que llevan la misión.

    Narongsak Ossottanakorn, gobernador de la provincia de Chiang Rai evitó precisar una fecha para el inicio del operativo pero dejó entrever que la misión podría tener lugar en un futuro próximo.

    “La situación es cambiante, hay que evaluar los planes todas las jornadas. Pero hoy es uno de los mejores días, tenemos un tiempo apropiado por lo que tenemos que planificar y actuar rápido”, señaló.

    Anunció que han logrado solventar una de las últimas preocupaciones al mantener bajo control los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la gruta donde permanecen las personas enclaustradas.


    El oficial dijo que desde este momento solo cuatro doctores de la operación permanecerán en tareas de asistencia junto a los menores, para rebajar el consumo de aire.

    Los socorristas anunciaron ayer que habían realizado más de 100 perforaciones verticales para intentar una vía alternativa a la evacuación por buceo.

    “Hemos realizado más de cien perforaciones. Pero todavía no hemos localizado su posición”, dijo el jefe de la célula de crisis.

    Los equipos de rescate estudian el modo más seguro de evacuarlos, teniendo en cuenta que una buena parte de los chicos, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado nunca submarinismo. Por ahora, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente.